aparecía hoy en el Diario Córdoba
e iba más o menos así...
Imagina un sueño.
Tan dulce como el de tu cama.
Donde puedes darle la vuelta a tu
almohada y acurrucarte en ella...
Despertar...
y encontrarte muy lejos...
Sólo se puede ver bien con el corazón... Lo esencial es invisible a los ojos... (Saint-Exupéry)
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos dedesesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre.Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos dedesesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dió este mensaje...
El anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey.
-Pero no lo leas ahora -le dijo-, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a una situación...
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle, caer por él sería el fin, y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso... Simplemente decía:
"ESTO TAMBIÉN PASARÁ..."
Mientras leía "Esto también pasará", sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba denuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado, vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir?, preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha, dijo el anciano, este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último, también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje:
"ESTO TAMBIÉN PASARÁ..."
Y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, habían desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
-RECUERDA QUE TODO PASA. Ninguna cosa, ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, porque son la naturaleza misma de las cosas. GRÁBATELO BIEN EN TU CABEZA Y EN TU CORAZÓN...
Desconozco su Autor/a
No suelo poner dos post el mismo día... pero esta foto estaba demasiado buena para dejarla guardada... Para que no me odien los que no leen inglés, les cuento de qué va: Es la etiqueta que pone en la ropa una pequeña empresa estadounidense que vende sus productos en Francia, en el texto en francés de la etiqueta, dice lo de siempre (lave con agua tibia, use jabón suave, no meta en la secadora, no planche, etc, etc...), y al final dice:
"Sentimos mucho que nuestro presidente sea un idiota.
Nosotros no votamos por él"
1.- SJT, dale, plis, necesito un instant miracle, ya me has ayudado otras veces, pero un poco lento (mjú, no te hagas el asombrado), esta vez lo necesito urgentemente (para antes de ayer, pues), a cambio prometo visitarte en San Nicolás (ya sabes que cumplo puntualmente :)
2.- Sentadas alrededor de la mesa camilla, con el braserito encendido, le preguntaba a Lori los temas que tenía que estudiarse para su examen de Lengua y Literartura (se lo sabía todo, para variar) y terminamos leyendo poemas de Quevedo ("Érase un hombre a una nariz pegado..."), de Rubén Darío ("Margarita, está linda la mar..."), de Lope de Vega ("Un soneto me manda hacer Violante...") y hasta una canción de Sabina que me parece, será tema de otro post ("Extraño como un pato en el Manzanares... así estoy yo sin ti") Al ratín, se nos unió Isabella y terminamos aprendiéndonos de memoria "El lobito bueno", de José Goytisolo, que dan origen a la foto de este Post...
3.- Las tuve que remolcar hasta sus camas, pq sino, mañana no las levanto ni con grúa... Lori se quedó leyendo "El Código Da Vinci", Isa me hizo que le repusiera el cargamento de besos que le dejo en la nariz a Tomás (su inseparable jirafa a la hora de dormir), porque yo le digo que cuando me extrañe le quite dos o tres besos de los que le dejo en el muñeco, para que resista mientras regreso a casa... se quedó dormida en tres segundos y medio (textual)
4.- Me da un estrés de los 89768758675 demonios, escribir todo esto mientras me peleo con la sesión de msn que no le da la realísima gana de abrir... ylpqlp, diría la Boste... (¡ah! había que maltratarlo verbalmente para que abriera, ¿qué tal? :)
5.- Ni se crean que se salvan de, por lo menos, leer el poema del lobito...
Érase una vez/ un lobito bueno/ al que maltrataban/ todos los corderos. / y había también/ un príncipe malo/ una bruja hermosa/ y un pirata honrado./ Todas esas cosas/ había una vez./ Cuando yo soñaba/ un mundo al revés.
PD) Juro que no sé por qué se separan las líneas al final del Post... hay duendes, me parece...
*****
PD) No, no y no... después de un recuerdo hermoso
y una canción sublime, me niego a comentar sobre el
Presidente de la Comunidad aquella que le mandó a
meterse el indulto por donde le cupiera, al Ministro de
Justicia Español... Después de todo, yo no comulgo con
aquello de "el fin justifica los medios", no, Señor!!!!