lunes, abril 26, 2010

El retorno de los nómades... (3)




El retorno de los Nómades
Lía Schenck




Aclaraciones con esperanzas (Cont.)

En relación a esto, es necesario que los sedentarios estén
atentos al período en que comiencen a desarrollarse las alas.
En esos días y en esas noches, sobre todo en esas noches,
pueden tener sensaciones de vértigo o náuseas o un
incontrolable deseo de llorar arrepentimientos antiguos.
Se recomienda en esos casos, mirar o recordar el vuelo de
los pájaros y hacer de cuenta que los pies se apoyan en las
nubes.
También se recomienda llamar por teléfono o ir a la casa
de algún nómade (no importa si son las tres de la mañana)
para hablar de las cosas que les pasan o para hablar de las
migraciones de las golondrinas o de la alegría de cualquier
gorrión.
Hablar con los nómades acerca de estas cosas produce un
gran alivio en el corazón y en las articulaciones de todo el
cuerpo. Sobre todo, produce un gran alivio en los laterales
de la espalda, en los precisos lugares donde se está
produciendo el nacimiento de las alas.

Además de estas transformaciones básicas, los sedentarios
tendrán que aprender a dejarse sorprender por las lluvias y
no andar siempre pendientes de paraguas. Los nómades
aman la lluvia y se dejan conocer por ella.
Los sedentarios que culminen esas transformaciones serán
bienvenidos en los caminos y en los vuelos de los nómades.
Lamentablemente, algunos se quedan a mitad de camino.
Alcanzan a hacer solamente algunas piruetas caminando
en espiral o con las primeras gotas de lluvia, salen
corriendo en línea recta a buscar un paraguas.
Aunque parezca extraño, podría darse el caso de que
algún nómade decida transformarse en sedentario. Esto
no es común pero si ocurriese, seguramente guardará
las alas en algún estante y saldrá por los asfaltos a caminar
en línea recta.
No se garantiza que este tipo de transformaciones no lo
lleven rápidamente al exterminio.




Si deseas leer el libro desde el principio, haz click en la etiqueta
"El retorno de los nómades", que aparece al pie de esta entrada,
donde dice "Guardadito en"

lunes, abril 19, 2010

Cambiando los chips...

Lo recibí por correo electrónico y lo puse en práctica ¡qué bien me ha sentado hacerlo y cuánto agradezco haber recibido ese correo!

Es una técnica facilita para cambiarnos los chips errados: pensamientos negativos, juicios apresurados (que en el 90% de los casos son errados), pesos muertos que llevamos en el alma y que nos impiden volar... Osho nos da una Llave Maestra para deshacernos de ellos... ¡y solo hay que exhalar! ;)

De corazón deseo que les sirva tanto como a mi


 



Siempre que quieras cambiar un patrón de la mente que
se ha convertido en un hábito duradero, la respiración es
lo mejor.

Todos los hábitos mentales están asociados con el patrón
de respiración.

Cambia el patrón de respiración y la mente cambiará
inmediatamente, instantáneamente. ¡Inténtalo!

Siempre que observes que esté surgiendo en ti un juicio
y que estés cayendo en un viejo hábito, exhala inmediatamente,
como si estuvieras tirando el juicio con la exhalación.

Exhala profundamente, jalando el estómago y, conforme sacas
el aire, siente o visualiza cómo todo el juicio está siendo expelido.

Después inhala profundamente dos o tres veces.
Simplemente ve qué pasa.

Sentirás una frescura completa; el viejo hábito no habrá logrado
tomar posesión.

Comienza con la exhalación, no con la inhalación.
Cuando quieras absorber algo, empieza con la inhalación; cuando
quieras deshacerte de algo, comienza con la exhalación.

Sólo mira la manera inmediata en que es afectada la mente.
Inmediatamente verás que ésta se ha movido a otro lugar; ha
llegado una nueva brisa.

No te encuentras en la vieja rutina así que no repetirás el viejo hábito.

Esto sucede con todos los hábitos.

Por ejemplo, si fumas y sientes la necesidad de fumar pero no quieres,
inmediatamente exhala profundamente y expele la necesidad.

Respira profundamente y verás que la necesidad ha desaparecido
de manera inmediata.

Esta puede convertirse en una herramienta sumamente importante
para el cambio interno.


Osho
Tónico para el alma



lunes, abril 12, 2010

El instante mágico...

Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero, si prestamos atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si no usamos este milagro hoy, se perderá. Este milagro esta en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la decisión que ha de ser tomada. No podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque todos los días son diferentes. Presta atención a todos los momentos, porque la oportunidad, el “instante mágico”, está a nuestro alcance...

Paulo Coelho

lunes, abril 05, 2010

Merecer...


Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían además de su belleza y encantos muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina.


Cierto día llegó una mendiga al palacio de este rey y con mucha lucha consiguió una audiencia.


No tengo nada material que ofrecerte. Solo puedo darte el gran amor que siento por ti, le dijo al rey, si me permites puedo hacer algo para demostrarte ese amor.


Esto despertó la curiosidad del rey, quien le pidió que dijera que sería eso que podía hacer.


Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces, me convertirás en tu esposa.


El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo: Acepto. Si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa.


Dicho esto la mujer empezó su sacrificio.


Empezaron a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades... Muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran amor.


De vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad de su habitación para verla, y le hacía señas de aliento con el pulgar.



Así fue pasando el tiempo... 20 días... 50... la gente del reino estaba feliz, pues pensaban ¡por fin tendremos reina!… 90 días... y el rey continuaba asomando su cabeza de vez en cuando, para ver los progresos de la mujer. Esta mujer es increíble, pensaba para si mismo y volvía a darle aliento con señas.



Al fin llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del palacio, para ver el momento en que aquella mendiga se convertiría en esposa del rey. Fueron contando las horas... ¡a las 12 de la noche de ese día tendrían reina!... La pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído enfermedades. Entonces sucedió. A las 11:00 del día 100, la valiente mujer se rindió y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se marchó.



¡La gente estaba conmocionada! Nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se había rendido faltando tan solo una hora para ver sus sueños convertirse en realidad. ¡Había soportado tanto!



Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo sucedido. Le preguntó: ¿por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?


Y ante su asombro, ella respondió:


Estuve 99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio. Me veía padecer y solo me alentaba a continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento. Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca llegaron. Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo piensa en sí misma, no merece mi amor.


Desconozco su Autor(a)


Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar... aunque te duela, retírate. Y no tanto porque las cosas se tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir valorad@, quien no sea capaz de dar lo mismo que tú, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega... Simplemente ¡NO TE MERECE!