lunes, agosto 15, 2011

El Principito...XX


Pero sucedió que el principito, habiendo atravesado arenas, rocas y nieves, descubrió finalmente un camino. Y los caminos llevan siempre a la morada de los hombres.

-¡Buenos días! -dijo.


Era un jardín cuajado de rosas.

-¡Buenos días! -dijeran las rosas.

El principito las miró. ¡Todas se parecían tanto a su flor!

-¿Quiénes sois? -les preguntó estupefacto.
-Somos las rosas -respondieron éstas.
-¡Ah! -exclamó el principito.


Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora tenía ante sus ojos más de cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín!


Si ella viese todo esto, se decía el principito, se sentiría vejada, tosería muchísimo y simularía morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que fingirle cuidados, pues sería capaz de dejarse morir verdaderamente para humillarme a mí también...


Y luego continuó diciéndose: Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que apenas me llegan a la rodilla y de los cuales uno de ellos acaso esté extinguido para siempre, no hacen de mi ciertamente un príncipe muy importante...  Y tendido sobre la hierba, el principito lloró.


El Principito
Antoine de Saint-Exupéry

lunes, agosto 01, 2011

Sensaciones olvidadas...

De repente ella, que estaba medio dormida, sintió que él la acariciaba...
Primero fueron caricias tímidas periféricas, como si tuviera pudor...
Luego las caricias fueron subiendo de tono.

Cada vez más, por todo el cuerpo sus manos la recorrían de arriba abajo como hacía años no pasaba... No pudo pensar, pero supuso que tres años por lo menos...

Sensaciones que creía olvidadas volvían.
Su cerebro recordaba y ayudaba...

Las caricias se amontonaban y repetían, él la levantaba, la daba vuelta, ahora era un torbellino de sensaciones indescriptibles...

De repente... Nada.

¡¡¡Nada de nada!!!

– ¡¡¡Qué paso!!!! Sigue, por favor... ¡¡¡quiero más!!!!

– Shhhh –la calmó él–, ya está...

– ¿Cómo que ya está???

– Ya encontré el mando a distancia, ¡sigue durmiendo tranquila!





Cómo no, me lo envió mi Petardo de mi corazón :D