domingo, abril 30, 2006

Voces al viento...


"Somos sólo palabras, palabras que retumban en
el éter -dijo Félix-. Palabras musitadas, gritadas,
escupidas, palabras repetidas millones de veces o palabras
apenas formuladas por bocas titubeantes. Yo no creo en
el Más Allá, pero creo en las palabras. Todas las palabras
que las personas hemos dicho desde el principio de
los tiempos se han quedado dando vueltas por ahí,
suspendidas en el magma del Universo.
Esa es la eternidad: un estruendo
inaudible de palabras..."

Rosa Montero
"La hija del Caníbal"


Alguna vez, más por la persona que me lo pedía, que por el deseo soterrado que siempre he tenido de poder trabajar alguna vez en un programa de radio, me atreví a grabar con mi voz algunas cosas para una emisora de radio chilena, en la que un amigo mexicano queridísimo tiene un programa precioso... Fue un trabajo duro, porque no es nada fácil hacer que lo que dices quede perfectamente modulado, con las pausas y el tono que se requieren y que hacen que lo que dices haga diana en quienes te escuchan, pero Wook me tuvo TODA la paciencia del mundo, qué duda cabe y si él dice que lo garabado quedó bien, así será, que para eso es el experto =o)

A raiz de todo esoo él me envió un correo que hoy comparto aquí, porque me ha emocionado mucho reencontrarme el correo, justo porque tiene mucho que ver con el libro que recién terminé de leer, antes de venir aquí y cuyo estracto he colocado al principio de este post le pertenece... (Por una historia bonita que no viene al caso en este momento, yo le digo a mi locutor favorito Wook y él me llama a mi Wookie...)



08 enero 2004...

Viste la película "Contacto"...?

recuerdas el inicio?
lee esto...

en la primera escena... aparece el espacio exterior...
las galaxias...
... las nebulosas y sus gases estelares...
... estrellas...

la cámara viaja hacia un punto en el infinito...
y conforme se acercan al sistema solar nuestro... se oyen voces...
parecen... noticias... canciones... entrevistas....

y eso es precisamente lo que son...
desde el primer día que se emitió un programa de radio al aire...
ese sonido escapó de la Tierra... y se fue viajando por entre las estrellas...
atravesando el Universo entero...

tu voz, Wookie,
llegará más allá de Saturno y Plutón...
atravesando el corazón de la Vía Láctea....
y seguirá viajando inmersa en esa onda de radio....

Cuando nos dedicamos a esto, el simple hecho de hablar en una estación
nos hace muy, muy diferentes al resto de los mortales que no tienen ni idea
de que eso esté sucediendo....

porque somos nosotros, los que seremos escuchados por alguna inteligencia
que valorará lo que alguna vez dijimos ante ese micrófono....
a esas inteligencias... los antiguos, les llamaban... "Dioses".

Eres especial... por haber permitido que usara tu voz y probarla en esta profesión.
Más especial que el que fabrica autos... o maneja una empresa de lácteos...
Más especial que aquel obrero que se conformó con un horario de trabajo y un sueldo...

Eres especial porque te atreviste a pensar... y ejecutar tus pensamientos,
convirtiéndolos en hechos.

Asumiste los riesgos.

Y si bien, sabías que no iba a ser fácil, tu entusiasmo innato, te hacía saber que a
pesar de todo, te sentirías satisfecha al final...
y en eso has andado...
mientras tu voz, hoy, sigue aún su viaje infinito, a través del Universo...

ok?

Wook




jueves, abril 27, 2006

El Blog de Coelho...



No es un secreto que me encanta Paulo Coelho, como
escritor, como persona... como ser humano...

Ha abierto un Blog, Encuentros en el Camino con
Paulo Coelho para contar sus experiencias en el
recorrido del Camino de Santiago y sigue teniendo
su página Web, El Guerrero de la Luz

lunes, abril 24, 2006

Obras son amores...



Los hechos hablan más que mil palabras.
Todo lo demás son películas que nos montamos
para justificar nuestra ceguera selectiva...

"obras son amores y no buenas razones",
diría la abuela...

sábado, abril 22, 2006

La embajada de los cronopios-cronopios...

Los cronopios viven en diversos países, rodeados de una gran cantidad de famas y de esperanzas, pero desde hace un tiempo hay un país donde los cronopios han sacado las tizas de colores que siempre llevan consigo y han dibujado un enorme SE ACABÓ en las paredes de los famas, y con letra más pequeña y compasiva la palabra DECÍDETE en las paredes de las esperanzas, y como consecuencia de la conmoción que han provocado estas inscripciones, no cabe la menor duda de que cualquier cronopio tiene que hacer todo lo posible para ir inmediatamente a conocer ese país.


Cuando se ha decidido ir inmediatamente a conocer ese país, lo primero que sucede es que la embajada del país de los cronopios comisiona a varios de sus empleados para que faciliten el viaje del cronopio explorador, y por lo regular este cronopio se presenta a la embajada donde tiene lugar el diálogo siguiente, a saber:


-­Buenas salenas cronopio cronopio. ­Buenas salenas, usted saldrá en el avión del jueves. Favor llenar estos cinco formularios, favor cinco fotos de frente. El cronopio viajero agradece, y de vuelta en su casa llena fervorosamente los cinco formularios que le resultan complicadísimos, aunque por suerte una vez llenado el primero no hay más que copiar las mismas equivocaciones en los cuatro restantes. Después este cronopio va a un Fotomatón y se hace retratar en la forma siguiente: las cinco primeras fotos muy serio, y la última sacando la lengua. Esta última el cronopio se la guarda para él y está contentísimo con esa foto.


El jueves el cronopio prepara las valijas desde temprano, es decir que pone dos cepillos de dientes y un calidoscopio, y se sienta a mirar mientras su mujer llena las valijas con las cosas necesarias, pero como su mujer es tan cronopio como él, olvida siempre lo más importante a pesar de lo cual tienen que sentarse encima para poder cerrarlas, y en ese momento suena el teléfono y la embajada avisa que ha habido una equivocación y que deberían haber tomado el avión del domingo anterior, con lo cual se suscita un diálogo lleno de cortaplumas entre el cronopio y la embajada, se oye el estallido de las valijas que al abrirse dejan escapar osos de felpa y estrellas de mar disecadas, y al final el avión saldrá el próximo domingo y favor cinco fotos de frente.

Sumamente perturbado por el cariz que toman los acontecimientos, el cronopio concurre a la embajada y apenas le han abierto la puerta grita con todas las amígdalas que él ya ha entregado las cinco fotos junto con los cinco formularios. Los empleados no le hacen mayor caso y le dicen que no se inquiete puesto que en realidad las fotos no son tan necesarias, pero que en cambio hay que conseguir en seguida un visado checoslovaco, novedad que sobresalta violentamente al cronopio viajero. Como es sabido, los cronopios son propensos a desanimarse por cualquier cosa, de manera que grandes lágrimas ruedan por sus mejillas mientras suspira: ­¡Cruel embajada! Viaje malogrado, preparativos inútiles, favor devolverme las fotos. Pero no es así, y dieciocho días más tarde el cronopio y su mujer despegan en Orly y se posan en Praga después de un viaje donde lo más sensacional es como de costumbre la bandeja de plástico recubierta de maravillas que se comen y se beben, sin contar el tubito de mostaza que el cronopio guarda en el bolsillo del chaleco como recuerdo.

En Praga cunde una modesta temperatura de quince bajo cero, por lo cual el cronopio y su mujer casi ni se mueven del hotel de tránsito donde personas incomprensibles circulan por pasillos alfombrados. De tarde se animan y toman un tranvía que los lleva hasta el puente de Carlos, y todo está tan nevado y hay tantos niños y patos jugando en el hielo que el cronopio y su mujer se toman de las manos y bailan tregua y bailan catala diciendo así: ­¡Praga, ciudad legendaria, orgullo del centro de Europa! Después vuelven al hotel y esperan ansiosamente que vengan a buscarlos para seguir el viaje, cosa que por milagro no sucede dos meses más tarde sino al otro día.

Julio Cortázar

Todos los barcos, todos los pájaros...

Te regalaré
mi soledad, mi rebelión, mi juventud
mi transparencia, mi canción, mi libertad
todo lo que sé y no sé...

Te daré también
todos los barcos y los pájaros que hay
dentro de mí para que puedas navegar
y volar conmigo...

Ven...
quiero que veas el cielo desde el mar,
quiero que veas el mar desde el cielo
y desde el cielo el mundo como es...

Te regalaré
más que los barcos y los pajaros, mi fe,
mis pensamientos, mi horizonte, mi verdad,
una razón para vivir...

Y te amaré
por todas las mujeres que jamás amé,
por todos los hombres que nunca te amaron,
mientras te ame, te amaré...

No, no serás una reina, mi bien,
no construiré un palacio para ti,
mas tendrás todo lo que vive en mí...

Te regalaré
mi soledad, mi rebelión, mi juventud,
mi transparencia, mi canción, mi libertad,
todo lo que sé y no sé...


Y te amaré
por todas las mujeres que jamás amé,
por todos los hombres que nunca te amaron,
mientras te ame, te amaré...

Intérprete: Gianfranco Pagliaro

viernes, abril 21, 2006

Encuentros...

Y cuando te encuentras con alguien que despierta en ti las ansias de vivir, le cuentas quien eres, y le vas narrando momentos de tu vida, secciones de tu novela.

Y ahí quedamos atrapados los unos con los otros.

Como ciertas mariposas que no pueden huir de la luz, y están ahí fascinadas, aleteando en el rayo de luminosidad.

Se queda ella mirándolo a él, cuando cuenta su vida. Así está él cuando ella narra su infancia, su crecimiento, sus llagas, sus espejismos, sus sueños, sus pérdidas.

El amor cualquiera sea la relación, de niño a padre, de hombre a mujer, de viejo a joven y viceversa, tiene siempre algo de maternal, algo de paternal. Acoge al otro en su seno, y quisiera acariciarlo y borrarle las cicatrices.

Los cuentos, los cuentos de nuestras vidas tienen preferencia por lo triste, por lo que no fue y por lo que no pudo ser. Amar es pedirle al otro que me ayude a llenar esos huecos de la nostalgia eterna, del ser que no fue, del ser que no será, de la ausencia definitivamente estampada en el tiempo.

Por eso él le cuenta a ella, por eso ella le cuenta a él, y se abrazan, y miran juntos en la lejanía, en un punto remoto, donde confluyen los cuentos tan diferentes, tan distantes, y se encuentran y se enlazan en alguna esperanza mayor.

Jaime Barylko
"El cuento de mi vida"
(¡Gracias Max!)

miércoles, abril 19, 2006

Happy B-Day Azules!



¡¡¡Acabo de caer en cuenta!!!

¡¡¡Azules está de cumpleaños!!!

Dos años ya, ¡el tiempo se va volando!
(como las brujas y los fines de
semana, ¡me cae!)

Pues eso: ¡¡¡Feliz cumpleaños!!!!

Lo celebro con todos los que leen sin dejar rastro y,
sobre todo, con los que asiduamente dejan su huella
y hacen de este espacio un hermoso lugar...

Rew: también hoy es tu cumple,
estabas aquí, a mi lado, en esta misma mesa,
el día que empecé esta historia Azul...
¡¡¡¡Felicísimo Cumple!!!
TQ1Ch

La ceremonia del té...

En Japón participé en la conocida "ceremonia del té". Se entra en un cuartito, se sirve el té y ya está. Sólo que se hace todo con tanto ritual y protocolo, que una práctica cotidiana se transforma en un momento de comunión con el Universo.

El maestro del té, Okakusa Kasuko, explica lo que sucede:

- La ceremonia es la adoración de lo bello y lo sencillo. Todo su esfuerzo se concentra en el intento de alcanzar la perfección mediante los imperfectos gestos de la vida cotidiana. Toda su belleza consiste en el respeto con que se hace.

Si un mero encuentro para beber té puede transportarnos hasta Dios, conviene estar atento a otras oportunidades que un simple día nos ofrece.

Paulo Coelho
"Ser como el río que fluye"
(Círculo de Lectores, Barcelona, 2006)

lunes, abril 17, 2006

Sinceramente tuya...



Secreto a voces es mi amor y admiración por Joan Manuel Serrat... Hoy, para variar, venía de la oficina escuchando un cd de esos que me hago yo misma, donde se puede pasar de una canción de Serrat a una de Joni Mitchel y de ahí saltar a Lorca, Elefantes (el grupo mexicano) o a Shakira. Me gusta hacerme cd's que me creen espectativas: la aventura de ver qué sigue en la siguiente canción... En este me sorprendió Joan Manuel con una canción para pensar, para hacer carne, parte importante de nuestras vidas y relaciones...



Sinceramente tuyo...

No escojas solo una parte,
tómame como me doy,
entero y tal como soy,
no vayas a equivocarte.

Soy sinceramente tuyo,
pero no quiero, mi amor,
ir de visita por tu vida,
vestido para la ocasión.

Preferiría con el tiempo
reconocerme sin rubor.

Cuéntale a tu Corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.

Del derecho y del revés,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio...

Y no es prudente ir camuflado
eternamente por ahí
ni por estar junto a ti
ni para ir a ningún lado.

No me pidas que no piense
en voz alta por mi bien,
ni que me suba a un taburete
si quieres, probare a crecer.

Es insufrible ver que lloras
y yo no tengo nada que hacer.

Cuéntale a tu Corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.

Del derecho y del revés,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio...

Joan Manuel Serrat
CD "Cada loco con su tema"

domingo, abril 16, 2006

Snif...

Las brujas son como el fin de semana...
vienen y se van ¡volando!

¡Corrijooo!

Los fines de semana son como las brujas...
vienen y se van ¡Volando!

(¿a que así sí? snif)

viernes, abril 14, 2006

Amarse...


....El amor es crecer juntos, Demián, uno al lado del otro.

Se mide en el renovado deseo de crecer que obtengo de

tu compañía, en el placer de compartir la luz y en el gozoso
encuentro de nuestras raíces y nuestras ramas.

Pero el amor nunca se mide por la decisión de arriesgarte

a que te arrastre en mis caídas...


Jorge Bucay
"Cuenta conmigo"
(Círculo de Lectores, Barcelona, 2005)

martes, abril 11, 2006

Miedos...

-Lo de la cobardía, en realidad, lo estamos diciendo mal- dijo con lentitud Urbano, como quien devana trabajosamente una línea de pensamiento-. Lo verdaderamente importante no es si uno tiene miedo o no, sino lo que hace con su cobardía. Puedes entregarte a ella atado de pies y manos, como un preso. O puedes intentar enfrentarte a ella y encontrar los límites. Los límites son siempre fundamentales. Una mesa no empieza a ser una mesa hasta que no recorto la superficie del tablero. Antes de hacer eso, antes de limitarla, no era más que una pieza informe de madera capaz de convertirse en cualquier cosa: en una silla, en el mango de un hacha, en leña para el fuego...

... Si no eres capaz de ver a los demás, tampoco puedes verte a ti mismo. Porque los demás que te rodean, la vida y los compromisos que te tocan, son los límites que te hacen ser quien eres. Y si no reconoces esos límites y esas responsabilidades, no eres nada, no eres nadie. Una tabla de madera que no tiene forma...

Rosa Montero
"El corazón del tártaro"
(Espasa, Madrid, 2004)

lunes, abril 10, 2006

La Pequeña Venecia...







Venezuela fue descubierta en el tercer viaje de Colón, el 12 de agosto de 1498 y fue en el oriente del país donde se tomó contacto con el continente por primera vez. Por la belleza de la imagen, entenderán por qué Colón la llamó Tierra de Gracia (Es la península de Paria, al oriente de Venezuela)

Quien hizo la primera expedición que recorrió el país fue Alonso de Ojeda, saliendo de España en Mayo de 1499. Después de pasar por la península de Paraguaná llegó al golfo de Coquivacoa (Golfo de Venezuela o Lago de Maracaibo, como se le conoce popularmente). Allí quedó muy impresionado con las casas de los indios que estaban construidas sobre estacas, en medio del agua (palafitos), recordando la ciudad de Venecia. Es por ello que la llamaron Venezuela o Pequeña Venecia.


Todo esto viene a cuento porque hoy, en la odisea para llegar a mi casa con media ciudad cerrada al tráfico por las procesiones de Semana Santa, estuve escuchando -en un repeat casi frenético- una canción de Ricardo Montaner que se llama precisamente así, Pequeña Venecia, en honor a mi precioso país...





Pequeña Venecia...

Te daré una casa alegre
a los pies del cerro aquel
y que tengas manantial y río
Va soñando Simón
te daré lo que me pidas
un país y una familia
frutas y un jardín.

Te daré el reverdecer
madurándote los años
te daré naturaleza madre
prometiendo Simón
un café por la mañana
y unos hijos que te quieran
en la Pequeña Venecia...

Donde mi querencia llega al borde
voy mojando tu vestido
como agüita de rocío
con el sol de atardecer.
Donde comenzó a soñar Bolívar
donde nacen las orquídeas
tras un árbol de promesas
yo te quiero enamorar.

Te daré un panal de abejas
en la copa del olivo
y que tengas miel casera dulce
para darle a Simón
un rosal de mariposas
perfumándote la vida
en la Pequeña Venecia...

Donde mi querencia llega al borde
voy mojando tu vestido
como agüita de rocio
con el sol de atardecer.
Donde comenzó a soñar Bolívar
donde nacen las orquídeas
tras un árbol de promesas
yo te quiero enamorar.

Te doy un porvenir
y el ultimo rincón de mi país.
Mi hipotecado pensamiento y mi poema,
mi canción de amor y mi buen humor
y una góndola en Venecia...

Donde mi querencia llega al borde
voy mojando tu vestido
como agüita de rocío
con el sol de atardecer.
Donde comenzó a soñar Bolívar
donde nacen las orquídeas
tras un árbol de promesas
yo te quiero enamorar...

domingo, abril 09, 2006

Puzzle...

Hay procesos interiores que se van fraguando sin que le demos forma conscientemente. Aún así, una siente cómo van girando las ruedas interiores, incansables, constantes, el vapor que producen es a veces casi tangible... Sin embargo, sentimos que falta algo: esa pieza que le daría sentido al todo, esa pieza que llega cuando lo desea y por el camino que ella elige... Esta vez me llegó en la última carta de mi padre:

"No desees, acepta..."

sábado, abril 08, 2006

¿Vale la pena?



"Celar es temer perder a alguien,
que si uno perdiera por lo que teme perderlo,
no valdría la pena haberlo conservado"

Ambrose Bierce
Diccionario del diablo
(Valdemar, Madrid, 1996)

domingo, abril 02, 2006

El Camino del tiro con arco...


Una acción es un pensamiento que se manifiesta.

Un pequeño gesto nos denuncia, de modo que tenemos que perfeccionar todo, pensar en los detalles, aprender la técnica de tal manera que se vuelva intuitiva. La intuición no tiene nada que ver con la rutina, sino con un estado espiritual que está más allá de la técnica.

Así, tras mucho practicar, ya no tenemos que pensar en todos los movimientos necesarios, pues éstos pasan a formar parte de nuestra propia existencia. Pero para eso, hay que entrenar, repetir.

Y por si no fuera suficiente, hay que repetir y entrenar.

Observa a un buen herrero trabajando el acero. Para un observador profano en la materia, está repitiendo los mismos martillazos. Pero quien conoce la importancia de la práctica, sabe que cada vez que levanta el martillo y lo hace descender, la intensidad del golpe es diferente. La mano repite el mismo gesto, pero a medida que se acerca al hierro, sabe si debe golpearlo con más dureza o más suavidad.

Observa el molino. Para quien ve sus aspas por primera vez, parecen girar con la misma velocidad, repitiendo siempre el mismo movimiento. Pero quien conoce los molinos sabe que están condicionados por el viento, y cambian de dirección siempre que es necesario.

La mano del herrero fue educada tras haber repetido millares de veces el gesto de martillear. Las aspas del molino son capaces de moverse con velocidad después de que el viento haya soplado mucho, y haya hecho así que se pulan sus engranajes.

El arquero permite que muchas flechas pasen lejos de su objetivo, porque sabe que sólo aprenderá la importancia del arco, de la postura, de la cuerda y del blanco tras haber repetido sus gestos miles de veces, sin miedo a errar.

Hasta que por fin llega el momento en que ya no hace falta pensar en lo que se está haciendo. A partir de ese momento, el arquero se convierte en su arco, su flecha y su blanco.

La flecha es la intención que se proyecta en el espacio.

Una vez que ha sido disparada, ya no hay nada que el arquero pueda hacer, aparte de acompañar su recorrido en dirección al blanco. A partir de ese momento, la tensión necesaria para el tiro ya no tiene razón de ser.

Por lo tanto, el arquero mantiene los ojos fijos en el vuelo de la flecha, pero su corazón reposa, y él sonríe.

En este momento, si ha entrenado lo suficiente, si ha conseguido desarrollar su instinto, si ha mantenido la elegancia y la concentración durante todo el proceso del disparo, sentirá la presencia del universo y verá que su acción fue justa y merecida.

La técnica hace que las dos manos estén dispuestas, que la respiración sea precisa, que los ojos puedan estar fijos en el blanco. El instinto hace que el momento del disparo sea perfecto.

Quien pase cerca y vea al arquero de brazos abiertos, acompañando la flecha con la mirada, verá que está quieto. Pero los aliados saben que la mente de quien ha hecho el disparo ha cambiado de dimensión, está ahora en contacto con todo el universo: continúa trabajando, aprendiendo todo lo que aquel disparo trajo de positivo, corrigiendo los posibles errores, aceptando sus cualidades, esperando para ver cómo el blanco reacciona al ser alcanzado.

Cuando el arquero estira la cuerda, puede ver el mundo entero dentro de su arco. Cuando acompaña el vuelo de la flecha, este mundo se le acerca, lo acaricia, y hace que tenga la sensación perfecta del deber cumplido.

Un guerrero de la luz, después de cumplir con su deber y transformar su intención en gesto, no tiene nada que temer: ha hecho lo que debía. No se ha dejado paralizar por el miedo, y aunque la flecha no haya alcanzado el blanco, tendrá otra oportunidad, pues no ha sido cobarde.

Paulo Coelho

sábado, abril 01, 2006

Serrat...



Palabras de Joan Manuel Serrat, durante el homenaje que le tributó la Universidad Complutense de Madrid al entregarle el Doctorado Honoris Causa, el pasado 15 de Marzo. Me hago absolutamente responsable de los textos resaltados.


"Antes que nada, quiero agradecer esta distinción con la que me honran. Aunque mi amigo Rafael Azcona sostiene la teoría de que los premios han de ser secretos y fuertemente dotados, este es distinto y especialmente agradable, porque es uno de los que podré presumir ante mis hijas y mis paisanos: ya saben que a los catalanes no hay cosa que nos guste más que ganar en Madrid.

Además, debo confesarles que me gustan las razones que se argumentan para concederme hoy este honor. Se desprende de ellas que les caigo bien y que ha sido un amigo el que ha montado este festejo.

Según palabras de otro buen amigo, José Luis García Sánchez, se ponen ustedes tan estupendos en los méritos considerados, que la distinción, según él, casi sabe a poco; y añade que, de ser verdaderos tales méritos, me debían, además, hacer duque de Pueblo Seco y regalarme una vajilla de doce servicios. Incluso concluye que ustedes no encontrarían descabellado que, en un ataque de vanidad, le hiciese una OPA a Joaquín Sabina.

Probablemente, las virtudes que se me atribuyen son algo exageradas. Pero digo yo que no habré sido un arbusto tan torcido cuando me han dado el birrete. Quizá la forma más coherente de agradecer este honor fuera el componer para ustedes una copla del tipo ‘Birrete, ay, mi birrete...", de rima agradecida, aunque un poco fuera de lugar.

Bromas aparte, ahora espero que entiendan y respeten mi derecho a defenderme de tanto halago.

Yo aprendí el oficio de hacer canciones y cantar de otros que antes lo aprendieron de otros, y me hace feliz pensar que tal vez con mi trabajo he podido ayudar al aprendizaje de los que siguen. Si he contribuido poética y musicalmente a dignificar la canción, me parece fantástico que ustedes, contemporáneos míos, me lo hagan saber y me siento muy halagado de que me lo agradezcan.

La gratitud no es una virtud frecuente; más bien lo contrario. La historia está llena de hombres que mucho han contribuido en este u otro aspecto de la vida y que no han recibido a cambio más que el desprecio y la ingratitud de sus contemporáneos, aunque coincidirán conmigo en que un hombre que disfruta del privilegio de dedicarse a una profesión que le hace feliz, que hace lo que le gusta hacer, que le pagan por hacerlo y que además constantemente percibe que la gente le quiere, más que un mérito tiene una bendición.Y este es mi caso.

También me alegra que conste entre los méritos que se me atribuyen el de haber contribuido a la difusión de la obra de grandes poetas españoles, pero les confieso que, al musicar poemas de Antonio Machado, de Miguel Hernández y de otros maestros, no era exactamente esa mi intención. Lo hice porque sus poemas me conmovieron. Lo hice siguiendo el camino de otros que lo hicieron antes que yo, como Paco Ibáñez, como Raimón, como Alberto Cortez y algún otro más. Lo hice porque los versos sonaban a canciones. Canciones bellas e inteligentes que a mí me hubiese gustado escribir. No se si ellos, los grandes musicados, estarán de acuerdo con lo que se ha hecho con su obra, ni con lo que se ha dicho aquí al respecto. Realmente seria interesante conocer su opinión.

En mi defensa les diré que una de las mayores satisfacciones que tuve cuando grabé aquellas canciones con versos de Antonio Machado fue una carta del gremio de libreros de Madrid en la que se me agradecía, después del éxito del disco, mi contribución a que las ventas de los libros del poeta se multiplicaran.

Decía Xavier Regás, afamado crítico teatral barcelonés y padre de amigos tan entrañables como Oriol, Xavier, Georgina y Rosa Regás, que un hombre culto en Barcelona, allá por los 70, era aquel que conocía la existencia de Antonio Machado antes de que Serrat hubiese puesto música a algunos de sus poemas.No le faltaba razón. He conocido a alguno que discutía de Machado sin haber leído jamás un poema suyo, solo porque había oído el disco: opinaban de la película y solo habían visto el trailer.

La carta del gremio de libreros tranquilizó mi conciencia, en el sentido de que mi trabajo tal vez sirvió para algo más que para darle una capa de pintura a la ignorancia.

También me gusta la idea de haber contribuido a normalizar el catalán o, mejor dicho, a devolver la normalidad al catalán. Aunque en mi caso no hay que darle mucha importancia porque, aparte de ser catalán, ejerzo de tal, y para mí expresarme en catalán ha sido algo tan natural como que crezcan las uñas. Si hay que agradecer a alguien su contribución a la normalización del catalán, hagámoslo con quienes han peleado por defender el derecho propio o ajeno, sobre todo el derecho ajeno, por devolver la normalidad a una lengua y una cultura que solo la intolerancia, la ignorancia y el rencor marginaron.

Soy bilingüe, como los reptiles. Aunque me reconozco catalán, soy mestizo; y, por mi origen, escribir y cantar en castellano es también una manera natural de expresarme a la que no estoy dispuesto a renunciar, de la misma forma como jamás pensé en dejar de escribir y cantar en catalán. Si alguna vez alguien me preguntó en cual de las dos lenguas me expresaba mejor, mi respuesta fue que siempre me expreso más a gusto en la que me prohíben hacerlo.

Tal vez ustedes, al premiarme con este doctorado, han querido contribuir al esclarecimiento de uno de los misterios de la metafísica patriótica o, en términos de Antonio Machín, a resolver el dilema de: Cómo se pueden tener dos idiomas a la vez y no estar loco.

Seguro que en esto habrá quien tenga otro punto de vista tan legítimo como el mío. Pero en lo que supongo que estarán de acuerdo conmigo es en que el hombre, al defender los valores democráticos, al enfrentarse a la discriminación y la intolerancia, al defender la riqueza del pensamiento libre y plural, no hace otra cosa que actuar en defensa propia.

Reivindico valores como la libertad y la justicia como un algo único, pues no hay libertad sin justicia, ni justicia sin libertad. Lo hago frente a la preponderancia aplastante del dinero, valor supremo por el que se miden y se valoran las cosas y las gentes. Reivindico la justicia y la libertad, porque reivindico la vida. Reivindico a la humanidad en su sentido más amplio. Reivindico a los humanos y a la naturaleza, que nos acoge y de la que formamos parte. Reivindico el realismo de soñar en un futuro donde la vida sea mejor y las relaciones más justas, más ricas y positivas, y siempre en paz. Y sobre todo, como un derecho que todo lo condiciona, reivindico el conocimiento como el pilar fundamental que nos sustenta y que nos caracteriza positivamente como especie. Que esto sea digno de reconocimiento es algo que debería hacernos reflexionar acerca del mundo en que vivimos y de los valores que lo mueven.

Como decía el profesor Casares, cuando hablamos del canto y de quien lo practica hablamos de un arte que ha vertebrado la sociedad. Yo escribo canciones para expresarme, pero también para comunicarme. Los argumentos de mis canciones están en mí, pero también están alrededor de mí. Son lo que yo siento, pero también son lo que me cuentan los demás. Son lo que yo soy, pero también lo que me gustaría ser. Son mi realidad, pero también mi fantasía.

Las canciones viven en la memoria personal y colectiva de las gentes. Las canciones viajan y nos transportan a tiempos y lugares donde tal vez fuimos felices.Todo momento tiene una banda sonora y todos tenemos nuestra canción, esa canción que se hilvana en la entretela del alma y que uno acaba amando como se ama a sí mismo. Tal vez alguno de ustedes ahora este pensando: "Por su culpa, Serrat, me casé con el que hoy es mi esposo -o mi señora-… estábamos un atardecer de verano en la playa, cuando empezó a sonar su canción…etcétera…". Por favor: eso no es culpa de mis canciones, sino de sus atardeceres de verano y de sus ímpetus juveniles. Así son algunas canciones. Personales e intransferibles. Otras aglutinan un sentimiento común y se convierten en himnos. Entonces dejan de pertenecer al autor para ser de todos.

Me complace que hayan valorado ustedes esta parcela de la poesía que es la canción popular, que, además de algunas otras cosas, es una forma de acceder al conocimiento del mundo. Les puedo jurar que en la composición y en la ejecución de algunas canciones populares hay hallazgos tan definitivos como el teorema de Pitágoras o las virtudes del ácido acetilsalicílico para combatir la cefalea. Dice el refrán que "quien canta, su mal espanta". Y es cierto. Cantando compartes lo que amas y te enfrentas a lo que te incomoda. Conjuras los demonios y conviertes sueños en modestas realidades.Yo canto por el gusto de cantar. Cantar me da placer. Por eso, para mí, tener el oficio de cantar es un privilegio. Aparte, siempre te dan mesa en los restaurantes.

Estoy seguro de que, por encima de todos los considerandos que se enumeran, esta distinción es el fruto de algo tan simple y preciado como el cariño. Así lo entiendo y lo agradezco. Si para algo vale la pena vivir es para querer y ser querido. Es lo que mueve mis pasos. Probablemente, a lo largo de mi vida no haya hecho otra cosa que lo que estoy tratando de hacer ahora mismo: que me quieran mis amigos. Y tener cada vez más. Que es la única acumulación que merece la pena en la vida y por la que no se pagan impuestos.

Muchas gracias".