lunes, marzo 26, 2012

Ha estado lloviendo...


Sorprende a mis oídos que hables de las caricias que me debes, como si eso fuera cuestión de deudas. Estoy por corregirte y decirte que es mejor que te refieras a ellas como las caricias que no me diste, y así deshacer de una vez por todas el lazo que pretendes sujetar a mi presente.

Aquellos gestos fueron arrastrados por el viento, o quizá fueron mis propios suspiros por tu ausencia que los llevaron demasiado lejos. No importa ya, porque hace demasiado tiempo, no recuerdo si mucho o poco, que me olvidé de añorarlos.

Y ahora te acercas a mí como los fantasmas del pasado sin darte cuenta de que hay cosas que desaparecen arrastradas por la lluvia, y ha estado lloviendo desde que te fuiste.


 Me lo traje de Susurros

lunes, marzo 19, 2012

Se irá cuando se vaya...



Parece que la providencia quiere que no nos libremos de Chávez sin haber asimilado la lección que la historia se empeña en darnos y que nosotros, tercamente nos negamos aprender. Para derrotar a éste gobierno, necesitamos derrotarnos a nosotros mismos, a las pulsiones que hemos arrastrado durante siglos. 

Kavafis, en su poema "Itaca", dice que no hay que temer a Lestrigones ni a Cíclopes y mucho menos al fiero Poseidón, porque nunca hallarás a tales seres en tu camino, a menos que en tu alma los lleves dentro, a menos que tu alma los ponga delante de tí. Nuestra alma colectiva nos ha puesto delante un espejo para que veamos, si tenemos la suficiente fuerza espiritual para hacerlo, todos nuestros horrores: autoritarismo, demagogia, desapego a las leyes y muchas otras calamidades.

Por nuestro empeño de sacar un clavo con otro clavo, nos hemos crucificado en nuestras miserias. Se requiere de una fuerza espiritual extraordinaria, casi mística, para salir de éste laberinto, de ésta absurda expresión de lo que somos. Chavez no es "el otro", sino un nosotros llevado a radicales extremos.

¿Cuando se va? Es la pregunta incesante de la gente. Se irá cuando se vaya de nuestra alma, cuando tomemos la decisión de que desaparezca, que sólo puede producirse desde la certidumbre de una intimidad convertida en sentimiento colectivo. Se irá desde la sensatez, desde la razón, o se quedará para siempre con rostros y nombres distintos. No es, como ven, poca cosa lo que está en juego: se trata de construir entre todos el cuento de lo que queremos ser y, sobre todo de creérnoslo. Hay un vivo y un inteligente cabalgando en las montoneras de los siglos y el primero siempre ha ganado las batallas; ya es hora de que le toque al otro. Sería muy sencillo el desenlace si pudiéramos identificarlos en bandos, por la huella dactilar que van dejando a lo largo de nuestros fracasos.

Pero no la cosa es más grave, coexisten en cada uno de nosotros, como una suerte de Dr. Jeckil y Mr. Hide. Por eso la lucha es afuera y es adentro, para domar nuestros monstruos, para hacerlos desaparecer del mundo exterminándolos en nuestro propio espíritu.

No queda mucho tiempo, y los abismos contrariamente a lo que a primera vista se cree, pueden ser infinitos...


Laureano Márquez P.
Epílogo de su libro "Se sufre, pero se goza"

lunes, marzo 12, 2012

Credenda...

Aléjate de la muchedumbre y de su afán infructuoso de fama y oro. Nunca vuelvas la vista, una vez que hayas cerrado tu puerta al deplorable tumulto de la codicia y la ambición.

Enjúgate las lágrimas del fracaso el infortunio. Pon a un lado tu onerosa carga y descansa hasta que tu corazón haya recuperado la calma.

Consérvate en paz. Es más tarde de lo que piensas, pues tu vida terrena, en el mejor de los casos, no es más que un parpadeo entre dos eternidades.

Desecha todo temor. Nada puede dañarte aquí. Sólo tú mismo. Haz aquello que temes y aprecia con orgullo esas victorias.

Concentra tu energía. Estar en todas partes es tanto como no estar en ninguna. Sé celoso de tu tiempo, porque es tu mayor tesoro.

Recapacita sobre tus metas. Antes de permitir que tu corazón se aficione demasiado a algo, examina la felicidad de que gozan los que ya tienen lo que tú deseas.

Ama a tu familia y ten muy presente la ventura. Piensa con cuánto afán la buscarías si no la poseyeras.

Haz a un lado tus sueños imposibles y lleva a cabo la tarea que tienes a tu alcance, por desagradable que sea. Todos los grandes éxitos resultan de trabajar y saber esperar.

Sé paciente. Los retrasos de Dios no son negativas.

Espera. Mantente firme. Ten presente que tu tesoro siempre está cerca. Lo que siembres, bueno o malo, eso será lo que coseches.

Nunca culpes a los demás por tu situación. Eres lo que eres por decisión tuya eso es todo.

Aprende a vivir en una pobreza honrada si así debe ser, y ocúpate en cosas más importantes que en llevarte oro a la tumba.

Nada de hacer concesiones a la dificultad. La ansiedad es la herrumbre de la vida y cuando agregas las cargas de mañana a las de hoy, su peso resulta intolerable.

Aléjate de la compañía del quejumbroso y da más bien gracias por tus derrotas. No las sufrirías si no las necesitaras.

Aprende siempre de los demás. El que se enseña a sí mismo, tiene por maestro a un necio.

Sé cuidadoso. No graves tu conciencia. Lleva tu vida como si tuvieras que pasarla en una palestra llena de gente chismosa.

Evita la fanfarronería. Si ves en ti algo que té hincha de orgullo, obsérvate de cerca y encontrarás materia más que suficiente para humillarte.

Sé sensato. Date cuenta de que no todos los hombres han sido creados iguales, porque no hay igualdad en la naturaleza. Sin embargo, jamás ha nacido un hombre cuyo trabajo no haya nacido con él.

Trabaja cada día como si fuera el primero, pero trata con ternura las vidas que tocas, como si todas debieran acabarse a medianoche. Ama a todos, incluso a los que te repudian, el odio es un lujo que no puedes permitirte.

Busca a los menesterosos. Aprende que el que da con una mano recogerá siempre con las dos.

Consérvate en buen estado de ánimo. Por encima de todo recuerda que se necesita muy poco para llevar una vida feliz.

Mira hacia arriba. Camina siempre adelante.

Aférrate a Dios con sencillez y recorre en silencio tu sendero hacia la eternidad, con caridad y con una sonrisa. Cuando partas, todos dirán que tu legado fue dejar un mundo mejor...

Og Mandino
"El Don de la Estrella"

lunes, marzo 05, 2012

Celebración de la Amistad...

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.

En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.

Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

 

Eduardo Galeano
"El libro de los abrazos"