lunes, septiembre 27, 2010

El retorno de los nómades... (8)

El retorno de los Nómades
Lía Schenck




Reconocimiento y acercamiento a los nómades (Cont.)


Todos los nómades son también emergentes de una compleja
red de vínculos y andan por la vida con sus redes
de caricias y de sustos.
Sus redes de arrullos y de historias. De perdones
y de olvidos.
A veces se suben a los trapecios de la especie
y andan haciendo pruebas y malabarismos en las
alturas porque saben que si caen, abajo están
las redes.
A veces van con ellas al mar y traen peces de
alimentos. Cocinan los peces y los comen y si por
casualidad se tragan una espina, rápidamente
comen miga de pan.
A veces las usan como lechos o vestimentas.
A veces las usan como escenarios y se suben
a ellas y recitan poemas o bailan la música que
anda suelta en el aire.
hacen muchas otras cosas con sus redes pero
nunca las usan para cazar mariposas.


A cualquier hora de la vida los nómades se adaptan
activamente a la realidad.
Toman agua corriente cuando tienen sed
y se ponen agua oxigenada en las heridas.
Le ponen sal a las comidas, cruzan la calle mirando
los semáforos y saludan a las señoras
y a los señores de las ventanillas.
Cuando terminan los horarios de las adaptaciones
activas, ponen de espalda los relojes y bailan
valses con las agujas de las horas y bailan
rock con los minuteros y le dicen secretos
a los segunderos.
A veces se van para sus casas y hacen el amor
en los umbrales, mientras la leche hervida
se derrama sin ninguna tristeza.





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"El retorno de los nómades", que aparece al pie de esta entrada,
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jueves, septiembre 16, 2010

Nuestro miedo más profundo...

Nuestro miedo más profundo no es el de ser inadecuados.


Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta.


Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso, extraordinario?


Más bien, la pregunta a formular es: ¿Quién eres tú para no serlo?


Tu pequeñez no le sirve al mundo. No hay nada iluminado en disminuirse para que otra gente no se sienta insegura a tu alrededor. Has nacido para manifestar la gloria divina que existe en nuestro interior. Esa gloria no está solamente en algunos de nosotros; está en cada uno. Y cuando permitimos que nuestra luz brille, subconsciente le damos permiso a otra gente para hacer lo mismo.


Al ser liberados de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros.


Nelson Mandela