Un hermoso texto de Galeano que consagra el Derecho a Soñar,
tan olvidado y tan necesario... porque como bien dice el autor,
es el agua que da de beber a los demás derechos...
sin sueños, sin esperanza el Universo
dejaría de girar... moriría de sed...
Hay que disfrutar la Vida... no hay que olvidar
que cada día es irrepetible y no regresa más...
¡hay que elegirlo soleado y feliz!
PD) No comulgo con algunas posturas políticas del autor...
pero no dejo de reconocer la maravilla en este texto...
EL DERECHO DE SOÑAR...
Vaya uno a saber cómo será el mundo más allá del año 2000.
Tenemos una única certeza: si todavía estamos ahí,
para entonces ya seremos gente del siglo pasado y,
peor todavía, seremos gente del pasado milenio.
Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será,
bien podemos imaginar el que queremos que sea.
El derecho de soñar no figura entre los treinta
derechos humanosque las Naciones Unidas proclamaron a
fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que
da de beber,los demás derechos se morirían de sed.
Deliremos, pues, un ratito.
El mundo, que está patas arriba, se
pondrá sobre sus pies cuando:
En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.
El aire estará limpio de los venenos de las máquinas
y no tendrá más contaminación que la que emana de
los miedos humanos y de las humanas pasiones.
La gente no será manejada por el automóvil,
ni será programada por la computadora,
ni será comprada por el supermercado,
ni será mirada por el televisor.
El televisor dejará de ser el miembro más importante
de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas.
La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar.
En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen
En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen
a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.
Los economistas no llamarán nivel de vida al
nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida
a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas
les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países
les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los
pobres les encanta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra contra los pobres,
sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más
remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.
Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños en la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran
dinero, porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.
La policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas
a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas,
espalda contra espalda.
Una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer negra
será presidenta de los Estados Unidos de América.
Una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú.
En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de
salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en
los tiempos de la amnesia obligatoria.
La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas de
las piedras de Moisés. El sexto mandamiento ordenará:
"Festejarás el cuerpo". El noveno, que desconfía
del deseo, lo declarará sagrado.
La Iglesia también dictará un un
décimo mandamiento,
que se le había olvidado al Señor:
"Amarás a la naturaleza, de la que formas parte".
Todos los penitentes serán celebrantes,
y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última,
ni día que no sea vivido como si fuera el primero.
Eduardo Galeano
1 comentario:
Deberíamos manifestar a las puertas del Congreso nuestro libre derecho a soñar, con pancartas y pijamas...
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