viernes, diciembre 01, 2006

Con Venezuela en el corazón...

El domingo son las elecciones en mi país y no puedo sustraerme de ello. Por razones muy personales, en las que se ve involucrada la seguridad de mi familia, no puedo ir a votar, lo cual no me impide estar pendiente y con toda mi alma puesta allí, empujando buenas vibras hacia aquellas latitudes, enviando todo lo mejor que hay en mi... Por eso, a riesgo a repetirme, traigo hoy este texto de Benedetti, tan querido...



¿Que pasaría?

¿Qué pasaría si un día despertamos dándonos cuenta que somos mayoría?


¿Qué pasaría si de pronto una injusticia, solo una, es repudiada por todos, todos que somos todos, no unos, no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos nos multiplicamos, nos sumamos y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos organizáramos y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas, en silencio, en multitudes, en millones de miradas la cara de los opresores, sin vivas, sin aplausos, sin sonrisas, sin palmadas en los hombros, sin cánticos partidistas, sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos, y vos por mí que estoy tan lejos, y ambos por los otros que están muy lejos y los otros por nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito de un continente fuese el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos las fronteras y avanzamos y avanzamos y avanzamos
y avanzamos?


¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas para tener solo una, la nuestra, la de todos, o mejor ninguna porque no la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto dejamos de ser patriotas para ser humanos?

No sé... me pregunto yo, ¿qué pasaría?

Mario Benedetti

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Azul.
Lamento muchísimo que no puedas ejercer tu derecho a voto en las eleciones de tu país.
Esperemos que los resultados sean los mejores para tus compatriotas.
Tienes un hermoso blog, pleno de poesía, me gusta mucho.
Estamos en contacto, gracias por visitar mi blog.
Besos

Anónimo dijo...

Muy emotivo e interesante el texto de Benedetti. Ojalá se cumpliera y en vez de ¿Qué pasaría? dijéramos: Qué bien, ya está pasando.
Voy a darme una vuelta por tu blog. Espero que Córdoba te esté tratando bien. Yo soy de allí, aunque ahora vivo en Alicante.

Azul... dijo...

Athos: Gracias a ti por la visita y por tu hermoso blog, da gusto pasearse por él... Ojalá que tus deseos por mi país -que son tb los míos- se nos hagan una hermosa realidad... Estoy escuchando la radio de Venezuela desde hace horas y como ya me empezaba a comer las uñas, me vine a dar una vuelta por el rancho =oD

Ula: Estuve paseándome por tu blog con un amigo de México (el que te preguntó en un comment algo sobre personajes de la Pantera Rosa), y mientras hablábamos por el msn, nos divertimos un montón recordando series de cuando éramos peques :)

Córdoba me trata muy bien, de aquí son mis padres y está la mayoría de mi familia, así que no me quejo, aunque no pueda evitar el nostalgiar :)

Un besito a cada uno, gracias por venir...

Anónimo dijo...

Tranquila,un abrazo fuerte,si hay algo que no te puede quitar nadie es la dignidad que siempre has sabido sostener.

Besos


ORACIÓN A LA BANDERA

Quédate en el cielo, amor,
no bajes.
Aquí abajo, los grises
son tan grises
que, de algún modo gris,
van a ultrajarte.


Y sos tan linda allá,
tan nomeolvides,
simple ademán de madre
por el aire
que si caes, amor,
con la ternura
con que caen las hojas
de los árboles;
si llegas a caer,
acaso nunca
vuelvas a ser tan cielo
ni tan madre.

Déjanos a nosotros,
los humildes,
los que nunca te usamos
ni abusamos de tu inmenso
silencio planetario,
que cuidemos la altura
donde habitas,
celestemente hermosa,
como el aire.

Déjanos a nosotros.
De los otros,
es piadoso no hablarte.

Buenos Aires, 1977

Armando Tejada Gómez

Azul... dijo...

No puedo remediarlo, Max... es un día tan triste para mí y mi país... pero gracias por estar siempre, supongo que, como dice Shakespeare, la verdad y la mañana se esclarecerán con el tiempo... ojalá yo viva para verlo y vivirlo...

El Trimardito dijo...

Cuanta verdad en las palabras de Benedetti, que certeza en lo poco que nos dice, pero que realidad.