Desde Caracas...

Me mantuve entera, a pesar de la despedida de mis Enanas en Córdoba y a pesar del manto triste que cubría Madrid por ser el aniversario del 11M... Había gente y autos, cientos de ellos, por las calles, pero se respiraba la tristeza, el dolor; se escuchaba únicamente el ruido de los neumáticos sobre el asfalto y Atocha estaba arropado por un silencio más elocuente que las palabras...

No diré que esa noche dormí como una bebé, pq dormí de a ratos... En el aeropuerto bien, tranquila, me despedí de mi hermano, mi cuñada y de mi amigo Tomás, que tb se acercó a despedirme. Todo bajo control hasta que el autobús me dejó al pie del avión y levanté la vista... La turbina trasera del avión estaba pintada en azul eléctrico y con enormes letras blancas, en cursiva, decía VENEZUELA... ahí sí, me desmoroné... comencé a temblar y a llorar, y no sé ni cómo subí las escalerillas del avión, lo juro...

¿El vuelo? ¡De terror! 7,5 horas de encierro que soporté como la mejor, sólo pq escuchar en el aire mi acento y mirar la fisonomía de mis compatriotas, me hizo llevadera la larga espera, y hasta fui capaz de quedarme callada, cuando mi compañera de asiento me enseñó un libro con una foto de fidel castro y me espetó un "¿no es lindo?", obviamente que la expresión de mi cara debió delatarme, pero eso sirvió para que la mujer no me importunara más en todo el trayecto (¡ja! si algo he aprendido es a no "calarme" lo que no me da la gana de soportar y punto)... Al acercarnos a las costas de La Guaira volví a llorar -cómo no-, y luego, uno a uno se sucedieron los encuentros con los amigos que estaban allí, esperándome y, más tarde, con mi padre...

Esta noche pasada dormí como hace años no lo hacía... Al despertar, tuve la sensación de que el mal sueño, la pesadilla horrenda, había terminado para siempre y me habían devuelto mi vida... la sensación me duró solo unos minutos, pero me llenó de una esperanza nueva que me hace creer de nuevo que un día eso será posible...

No voy a emborronar este primer post desde mi Tierra con detalles del entorno político, me niego en redondo... Sólo diré que, de todo, lo que más me ha impactado es la prudencia impuesta por el miedo que se puede hasta tocar en el aire y que impacta sobremanera pq el bullicio, el desparpajo, la alegría, era uno de los signos más hermosos de la gente en mi país...