martes, febrero 20, 2007

Siguiendo...



Aunque supiera que el mundo
se acabará mañana,
igual plantaría mi manzano...

Martin Luther King

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa es mi chica!!!!!!

tqqj

Angie Sandino dijo...

Hablando de sembrar...
Uno cosecha lo que uno siembra... por lo que he leído y puedo persivir, tu has sembrado muy buenas semillas en tu vida, la cosecha llegará cuando sea el momento, y espero estar cerca aunque sea de esta forma, para poder recordarte que te lo he dicho y se ha cumplido.
Me alegro de que estes mejor.
Un beso

Anónimo dijo...

Percibes bien, Ana Gariela, Mary es una persona hermosa por dentro y por fuera, una guerrera a la que quiero con todo el corazón

Besosss

Mónica Rebolledo Sagredo dijo...

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
mas otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,
que nos muestra lo que es la vida.
Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
Son sinceros, son verdaderos.
Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrán de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

Anónimo dijo...

Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso, las horas y el tiempo pasan.
William Shakespeare
Saluditos desde Madrid!
Que ya regresé :)

Azul... dijo...

Ana Gabriela, amén!!! Que este contacto cercano dure mucho tiempo y que hasta llegue el día en que nos veamos las caritas =o)

Luzmi, gracias por tus palabras, sabes que el sentimiento es mutuo, amigui de mi alma tqm

Mónica, mi jardinera favorita, tú eres un encuentro bendito, gracias por asomarte

Xiliviris, paisana! A mi me gusta mucho otra frase de Sir William que se parece mucho: "la verdad y la mañana se esclarecen con el tiempo". Bienvenida de nuevo a la península!!!!

Carlos, te dejé de último porque, como verás, quedaste "bendito entre todas las mujeres". Gracias por tu apoyo incondicional en todo momento, tqqj

Bessitos pa' todos!!!!