martes, octubre 19, 2004

Gracias a la Vida...


Hay hitos que nos marcan -cómo no- la vida, vamos, un hierro incandecente que se queda marcando tu alma por siempre jamás...

Hay dolores físicos que no se olvidan y hay emociones que se te quedan en el alma y las revives como cuando sucedieron por primera vez... pero no sé si seré subnormal o qué, pero yo los dolores del alma los dejo atrás pasmosamente... Sí, me cuesta superarlos en su momento, pero remontada la etapa, a veces ni sé fue lo que originó que algo me doliera tanto, porque simplemente lo borro, a excepción del aprendizaje que me deja, claro...

En varias oportunidades -más de las que desearía-, vi mi nombre envabezando un informe médico que dictaminaba cáncer... en más de una vez, incluidas las de esos informes, mi vida se vio en serio riesgo... y yo recuerdo la "anécdota", pero no puedo recordar las emociones, salvo que lea una de mis crónicas, escrita en los momentos en que se desarrollaban los acontecimientos... Tampoco recuerdo los momentos en los que me partí el corazón en todos los pedazos posibles, pero recuerdo bien los momentos maravillosos que viví antes de estrellarme irremediablemente...

Los dos únicos hechos relacionados con mi tema de Vida que recuerdo, saboreo y me censuro no haber disfrutado más -si es que se hubiese podido-, fueron los nacimientos de mis dos Enanas bellísimas y maravillosas, Laura e Isabella... un par de trozos de Cielo que le "robé" al Creador (o a los Astronautas, que no es cosa de herir las susceptibilidades de los no creyentes :)

Decía, pues, que hay hitos maravillosos, llenos de magia, que son los únicos que quiero almacenar en el disco duro de mi almita (¡hay que optimizar espacio! :)
Doy gracias a la Vida por cada uno de ellos: por los que suceden segundo a segundo, por los que me encuentran inesperadamente a la vuelta de la esquina, por los que caen del Cielo, por los que vienen desde el mismo centro de la Tierra, por los que me envuelven amorosamente, por los que viajan por esta Red... y por los millares que aún estar por llegarme desde infinitos puntos del Universo...

Quizás este agradecimiento viene con retraso, pero más vale tarde que nunca,
diría la abuela...


MC

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy tópico decir que la vida se compone de esos maravillosos momentos, pero ¡es tan cierto!
Yo soy más feliz desde que no añoro las cumbres del Everest, sino el calor dulce de mi casa, por ejemplo.
Un beso ;o)
Merche

Azul... dijo...

Es que a veces se nos va la Vida buscando lo que ya tenemos!
Nos cuesta entender que no es cosa de geografías, sino de disfrutar los momentos, viste? =o)

Besos, Merche!