Después de 364 noches y 365 días, aquel que había amado a la princesa desde que era un niño, aquel que había resistido nevadas, lluvias, calores sofocantes, tan solo porque la amaba, se levantó del muro y se fue...
Al llegar a casa de su madre, ésta le dijo:
- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó? ¿No pudiste aguantar un día más?
Y el hijo contestó:
- ¿Sabes, madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor, pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi, ni de mi Amor, ¿verdad madre?
"Cuando estás en una relación, y te das cuenta de que pudiendo evitarte una mínima parte de sufrimiento, el otro no lo hace es porque todo se ha terminado", diría Bucay.
Quien te quiere de verdad, te quiere a su lado, aunque haya que poner cosas en orden, aunque haya que atravesar tormentas y matar fantasmas, y jamás te expondrá a esperas que te hagan daño...