lunes, abril 23, 2012

In memorian



Hace mucho que no escribo en primera persona y no se si ahora saldrá algo digno de la persona que me ha traído aquí, pero sabe Dios que cada palabra nace de mi adolorido corazón.... 

No teníamos  la misma sangre, pero la adoraba. Era mi Bibi, mi abu, la única abu que conocí y la más maravillosa de todas. No, no era perfecta, pero no le hacía falta. Su fuerza de carácter, su estoicismo eran una luz para quienes la amamos. Me dijo te quiero con el solo hecho de dejarme llamarla Bibi, cuando a los que sin permiso lo intentaban les decía "Elba de Pérez", dejando claro que a ella no la llamaba Bibi cualquiera, sino quien ella quisiera. Y fuimos pocos, pero adorados.

Me quedo con la tranquilidad  de que te dije cuánto te quiero en vida. Me quedo con el enorme tesoro de saber que también me querías. Me quedo con tu enorme sonrisa. Con tu figura menudita y tu voz profunda. Con la fuerza de tu espíritu, que luchó por años contra un físico que no te acompañó. Con la maravillosa nieta que criaste y que es más que mi comadre, mi amiga, mi hermana, mi otra mitad. 

Se que te quedas viva en nosotras, en las orquídeas, en los tangos, en los recuerdos.... Perdóname las lágrimas y la tristeza, Bibi. Yo se que ahora estás feliz y libre de tanto sufrimiento físico, pero saber que no voy a verte más cuando regrese a Caracas, me parte en mil pedazos...

Te quiero. Gracias por dejarme formar parte de tu corazón. Ahora más que nunca tú vives en el mío...

Mary Carmen

3 comentarios:

Rosa dijo...

Ya me habias comentado que estaba muy malita, lo siento mucho

Anónimo dijo...

Contigo Mary...Y gracias a Dios por el regalo que fue Elba de Pérez para todos ustedes

arandanilla dijo...

Lo siento mucho...no sabía nada...