jueves, octubre 22, 2009

Un tren sobre la tierra...

Ya no recuerdo bien cómo fue que su tren entró en mi vida, lo que sí se es que desde entonces no ha pasado un día en que no de las gracias por sus rieles. Ella se llama Leo, yo la llamo la Maga de las palabras. En todos los meses en que he leído su corazón puesto en palabras, no me he encontrado nada que no me haya conmovido hasta los huesos, que no me haya erizado la piel y que no haya traducido de manera contundente, esta torpeza mía para expresar lo que me borbotea por dentro, porque ¡ya quisiera yo escribir la milésima parte de bien que ella! Así que me he "robado" con su permiso (¡Gracias, Maga, te quiero!) uno de sus textos, en la decisión final y tantas veces postergada, por lo difícil que me ha resultado, de escoger uno cualquiera, porque por mi me los traería todos. Este texto me ha tocado muy de cerca, por eso me salgo de la línea de un post por semana: tenía que traérmela a Azules ¡ipsofactamente!









Postoperatorio...

A mí las bombas me estallan en silencio. Por fuera quedo intacta, pero la onda expansiva revienta todas las ventanas desde dentro. El corazón vuelve a romperse en todos sus pedazos. Camino y voy dejando un triste rastro de cristales por los corredores. Caen de debajo de la camiseta, desde la pernera de los pantalones, de la punta de los dedos. Lágrimas que cristalizan. Qué apuro. Y qué cansino. Otra vez recogedor en mano.


Al final junto más trozos de los que tenía, y me sale un corazón hipertrofiado, mucho mayor que el de antes. Y necesito pedir ayuda para las cirugías: que si ahora no entra en el pecho. Que sí, que sí que entra: venga, tú, separa las costillas, que yo lo empujo. Y ahora siéntate encima, mientras yo trato de cerrar la cremallera.

Durante el postoperatorio, aprieta el pecho y da un poco de miedo. Pero luego da de sí. Lo mismo que las horas. Al final incluso deja de oler a pegamento. Y se licuan las lágrimas. Y regresa la sangre a la punta de los dedos, a la pernera de los pantalones. Y aparece un hombrecito vestido de naranja que se descuelga de un andamio desde la azotea, por dentro, y limpia una a una todas las ventanas.

Leo
Un tren sobre la tierra

16 comentarios:

Elena dijo...

Sencillamente maravilloso.
Azul, desde tu blog, también leía a leo, siempre. Rebuscaba en sus entradas antiguas y me daba un atracón de sensibilidad.
Calmaba, calma mi alma.

Besos azulitos.

leo dijo...

Me has hecho ponerme tan roja que creo que en cualquier momento van a estallarme las orejas.
Te doy las gracias de corazón por esta entrada, Mary Carmen. Aunque creo que el cariño te ciega (y me alegro por ello, p´a que te voy a engañar). (Me alegro por el cariño, no por la ceguera, claro).
Me he puesto tan nerviosa que no hago más que decir tonterías, así que te mando un abrazo gigante. Yo también te quiero mucho y doy gracias porque nos hayamos encontrado.

Azul... dijo...

Elena ¿a que sí? y ella no se lo cree, ¿qué te parece? xD

¡Besotes azulísimos, guapa!

Azul... dijo...

Mira, Maga, tú ponte todo lo roja que quieras, pero a mi no me ciega ná. Es verdad que te quiero montonazo, que me siento orgulosa de ti y celebro esta amistad llena de tanto compartido durante estos años, pero lee a Elena en el comentario de arriba, lee los que te dejan en tu Tren personas que es la primera vez que te leen... y lee luego los de las personas que te queremos de verdad y te seguimos de cerca ¿alguno miente? ¡Claro que no! Eres fantástica, estoy ya loca por ver publicada tu novela, y ya sabes que yo me autonombré la Presidenta de tu Club de Fans

Abre los brazos y recibe, que te mereces este humilde homenaje que te doy con todísimo mi corazón y más que la Vida te va a dar por maravillosa y guerrera ♥

Tqmmmmmmmmmmm

Erwin García dijo...

azul qué belleza siempre quedo rendido ante tu simple hermosura profunda y más por ese gesto de darnos a conocer a leo, un abrazo gigante. Más azul hoy... Erwin.

Ricardo Tribin dijo...

Regresas con bella inspiracion mi querida Azul.

Dale un abrazo especial a tu Leo.

Con un carino grande te envio mi beso de amistad

Laura Carvajal dijo...

Que bonito!

un abrazo

Azul... dijo...

Erwin, eres una lindura, gracias por tus palabras, celebro que pases por aquí :)
Besotes azulísimos!

Azul... dijo...

Ricardo, querido amigo, 'y qué bien acompañada estoy en este regreso! Mil gracias por pasar por aquí.
Un besote!

Azul... dijo...

Y tú eres una lindurita, Laurita bella!
Besitos!

...flor deshilvanada dijo...

A mi también me encantó!

Las felicito a las dos por la amistad y por este texto que me llegó hondo.

Un beso azulcita!!

Yudith Valles de Perez dijo...

Hola Azul, que bien! es un estilo que amarra, me encanto! Gracias por compartir Leo - Azul y tambien me gusta tu playlist! Besos

Anónimo dijo...

Hola Azul...Buenísimo...Por cierto ,tremenda foto del Churú Merú

Pilar dijo...

Hola Azul. Quiero darte las gracias especialmente por la recomendación del blog de Leo. ¡Es belleza pura!

Y el texto anterior de Ángeles Mastretta es otra maravilla, me apresuré a compartirlo con mis amigas.

Cuando quiero un toque refrescante para mi día, me paso por tu blog. Me encanta.

Un abrazo

Tawaki dijo...

Lo leí en su blog y me dejó de piedra, embobado y con la mano perdida para siempre en el ratón.

Has hecho muy bien en traerlo para que pudiésemos volver a deleitarnos.

Un beso.

Azul... dijo...

Gracias a todos por sus palabras, son para Leo, que es la autora, pero yo las siento como mías, porque esa criatura de lápiz mágico me llena siempre de orgullo y admiración... Un día recordaremos su anonimato desde la merecida fama que va a ganarse un día por escribir tan maravillosamente