viernes, julio 28, 2006

La fuerza del deseo...

La verdad es que lo único que me mantiene lejos de todo lo que no sea el aire acondicionado en estos días, son los altísimos grados de temperatura que hacen en esta ciudad cuando llega el verano, no hay otra razón. A pesar del calor y el vértigo en que a veces se convierte mi vida, estoy bien conmigo misma y es lo que cuenta, ¿a que sí?

De hace unos años a esta parte, la vida se me ha convertido en un tobogán que me da pocas treguas, pero sortearlo se ha convertido también en un reto, en un aliciente por salir airosa de cada pendiente, de cada curva inesperada, aunque a veces se me quede la piel en el intento. Ha valido la pena -textual-, realmente la ha valido...

Por ahora trato de matenerme hidratada para no derretirme y, aunque no me he movido de Córdoba aún, ya tengo mi sombrilla clavada en la arena de una hermosa playa y la mochila llena de bloqueadores solares y libros, porque pienso leer ¡hasta que se me caigan los ojitos! =o) Yo sé que la fuerza del deseo hará que los días fluyan rápido para que la semana próxima se me haga realidad este anhelo de mar y tranquilidad que tengo....

¡Amén!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que sea lo que deseas, bonita
Un beso
Carlos

Anónimo dijo...

mmmmmmmm..., deberías probar a besarme más, Petardilla... ;-) No te apartará quizá de los toboganes, pero es más refrescante, ¿que no? Muacssssssssssssssss, fea!

El Petardi number one

Azul... dijo...

Carlos, tesoro, aaaaménnnnnnn, por lo pronto, pensaba irme el 2 de agosto, pero lo he tenido que postergar hasta el sábado 5 y como la playa no va a slair corriendo, pienso resistir!!!!

Petardiiiii, mi niño, y pensar que he estado los dos findes pasados en Madrid y no nos hemos podido ver... pero como te pille y Marina no esté mirando, prepárate pal refresco!!!!!! Cuida a nuestros trillizos, ein? =oD

Besotes para los dos!