martes, noviembre 01, 2005

A cierta edad...


A Max, en su cumpleaños...

La eterna juventud es imposible;
aún cuando no hubiera otros
impedimentos, la introspección
la imposibilitaría...
Franz Kafka


A cierta edad...

Dicen que a cierta edad las personas nos hacemos invisibles,
que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina
y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que
sólo cabe el ímpetu de los años muy jóvenes, las figuras
delgadas y espectaculares...

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo...
Es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi
existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista
de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento
de mi existencia.

Descubrí que no soy un príncipe de cuento de hadas.
(¡¡¡Por suerte!!! debe ser muy aburrido)
Descubrí al ser humano que sencillamente soy,
con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo
de no ser perfecto, de estar lleno de defectos,
de tener debilidades, de equivocarme,
de hacer cosas indebidas,
de no responder a las expectativas de los demás.

Y a pesar de ello....
¡quererme mucho!

Cuando me miro al espejo ya no busco al que fui...
Sonrío al que soy...
Celebro la posibilidad de elegir
a cada instante quién quiero SER,
me alegro del camino andado,
de la experiencia que me dieron estos años.

Asumo mis contradicciones.
Valoro lo recorrido.
Tan mal no me fue...
¡Estoy acá!
¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección!
Después de todo, cuando decidí
que no quería la perfección,
comencé a accionar y a alcanzar objetivos,
como bajar esos casi 45 kilos que tanto pesaban en mi vida!

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que
produce correr permanentemente buscando que todos
te quieran!

¡¡¡Qué bueno está empezar a quererse y respetarse uno!!!

¡Qué maravilloso reconocer que la felicidad está tan
cerca nuestro, tan relacionada con nuestras búsquedas
y nuestros mágicos encuentros interiores!

¡Qué suerte haber comprendido que la magia y el poder no están
en el afuera, sino en mí!

Desconozco el autor

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Azul ¡¡¡

Bellísimo texto,intenso y lleno de intenciones,todo un darse cuenta...
Un placer haberlo recorrido de su mano y en este día :)

¡ Que maravilloso reconocer que la felicidad está tan cerca nuestro,tan relacionada con nuestras búsquedas y nuestros mágicos encuentros interiores ¡

besos

Anónimo dijo...

Felicidades, Max!!Azul, como siempre, lindo texto!Eres la repera!!

Azul... dijo...

Max... no tengo que decir, porque ya lo sabes... solo deseo que toda la felicidad de ese día se queden en ti y te den fuerzas y emoción para seguir...

¡Arandi! Te dejé un correíto respondiendo el tuyo ;) Tú si que eres la repera!!!

Besitos para los dos!

Anónimo dijo...

Happy birthday para Mr. Max.

Siempre leo sus interesantes aportaciones al blog.


Mr. Grau

Anónimo dijo...

Arandanilla y Mr.Grau gracias por sus deseos :)

A ustedes los conozco de haberlos leído por aquí,me gusta como participan y espero lo sigan haciendo siempre

Afectuoso saludo para ambos

Anónimo dijo...

Hola, Max...mientras Azul no me niegue el paso, yo erre que erre con mis comentarios. Puede pasarse usted, estimado caballero, por mi blog también cuando guste y requeguste, jeje!!
www.eriosoft.com/arandanilla
Deje su huellita si lo desea y nos vemos!!!

Azulinda mía, leí de buena gana tu mail. Pareces mi mami dando consejos. Qué guay!!Je..seguimos la ruta juntas. Besos...

Azul... dijo...

Y yo te adopto, Arandaniux, aunque no creo que, por la edad, pudiese tener una hija ta rrrande! =o)

Besos, preciosa y tú asómate y deja huellas siempre, que para eso está este azulado este espacio!