martes, septiembre 06, 2005

La Ley del Amor...


Es más conocida por su novela "Como agua para chocolate", que también fue llevada al cine y, además, con mucho acierto, cosa que no sucede frecuentemente... Pero este libro, "La ley del Amor" es también fantástico, original, capaz de hacerte reír, de conmoverte y de enseñarte a escuchar ópera de un modo totalmente diferente y muy a propósito con el argumento de la historia que narra, porque viene acompañado de un CD que hay que escuchar siguiendo
unas instrucciones que la misma autora da al comienzo del libro y que, si se siguen al pie de la letra, harán del libro algo fuera de serie, distinto a todo lo leído hasta el momento. Claro, hablo desde mi propia experiencia y los invito a experimentarla por Uds.mismos... Hablo, por supuesto, de la estupendísima escritora mexicana, Laura Esquivel...


"Cuando una persona se paraliza, paraliza a todo el mundo.
El ritmo del universo se rompe. Si un día la Luna se detuviera su
trayectoria provocaría una catástrofe. Si un día las nubes se pusieran
en huelga y dejara de llover, provocarían una sequía generalizada.
La sequía, la hambruna, y la hambruna la muerte del género humano.
A mayor parálisis, mayor depresión, mayores calamidades."

Laura Esquivel
"La Ley del Amor"
(México, Ed. Grijalbo, 1995)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido contigo en la opinion sobre este libro y por lo visto, en muchas otras cosas que tienes publicadas en tus Azules

Bonito sitio

Liliana

Anónimo dijo...

possssssss... yo te cuento que de esa novela que tu mencionas (Como agua para Chocolate) la frase que mas me husto fue esta:

"Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es la energía que nutre el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un sólo fósforo.

Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tieniblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo",...

Claro... tenia que ser mexicana... ajua!!!... Yo!!! (o=

Azul... dijo...

Muy bien, wey! Es el que más me gustó a mi también, y si te paseas por el post que publiqué aquí, el 14 de Mayo de 2004, verás que es exactamente el mismo texto que transcribiste...

Liliana: muchísimas gracias por tus palabras!

(o=