La memoria sorprende en la blancura
de corredores enfilados
y es un salto la sombra;
precisa, ahondando los lugares,
en esta mansión tan diurna,
tan joven y ya ausente.
No hay ruido
y el pasar de la doncella única,
dura, todo se agita, las palmas,
el agua de la pila, los destellos en el piso,
la luz en las vidrieras,
las cortinas de paño leve.
Ella sigue pasando inmóvil,
no asienta los pies, se desvanece,
avanza, mientras el silencio de los relojes
confunde o apaga las horas.
Fue ayer.
No fue nunca.
Sigue siendo.
Juan Liscano
de su obra "Vencimiento", 1986
(Venezolano, 1915-2001)
2 comentarios:
Sería estupendo poder borrar de la memoria ciertos pasajes.
Muy lindo tu sitio, se puede uno pasar horas perdido aquí y el tiempo se detiene.
Un saludo
Freddy
uhm... no sé, Freddy, yo creo que somos la suma de todo lo que vivimos, lo cual incluye los pasajes hermosos y los que no lo son... Aprendiendo de ambos es como tenemos herramientas para seguir avanzando y creciendo...
El secreto, creo yo, está en no cargar con pesos innecesarios para poder ir remontando y volar alto...
Gracias por tus palabras para Azules, como siempre digo, es un lugar especial que construímos entre todos :)
Regresa cuando gustes, es tuyo también...
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