lunes, diciembre 06, 2004

Un par de recordatorios...

1.- La PAZ es una CIENCIA... por eso se llama PACIENCIA...


2.- Urge tener presente siempre:

-Esto es la proyección, Demián, cada vez que yo
veo algo
que me molesta en otra persona, sería
bueno
recordar que
eso que veo, por lo menos (¡por lo menos!)
también es mío.

De Jorge Bucay, en "Recuentos para Demian"

(Está puesto en uno de los primeros Post que colgué, pero es que anduve paseándome por algunos Blogs estupendos y me aterrorizó la intolerancia de los que dejan comentarios, vamos que entré en barrena... Qué bueno que mi Blogcito sea casi anónimo y que haya tan buena onda en los que se pasean alguna vez por aquí y dejan comentarios... A todos: ¡Gracias!)

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07/12/2004

Como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, hoy me encontré este artículo en el Diario Córdoba:


Las Buenas Maneras

Manuel Mestre

Ahora que parece que lo tenemos todo, o al menos eso creemos, hemos olvidado las buenas maneras. Hay vida más allá del teléfono móvil, las zapatillas de marca, el coche guapo, la play station y el ordenador. Al menos eso pienso yo. Existen y siempre existieron las formas, porque tras ellas se esconde el contenido de las cosas. Cuestan tan poco y son tan de agradecer que, el practicarlas de un modo positivo, bien darían a este mundo un carácter más afable y personal.

No sea usted un mal tipo y modere la velocidad de su máquina. No deje que su perro vaya dejando las necesidades por los rincones de esta ciudad, ni dibujando manchas de orín sobre las paredes. Haga el ruido justo, nunca más del necesario. Ceda, pues, el paso en la carretera de su existencia, ya verá como todo irá mejor. Deje de vocear en los bares y de meterse en vidas ajenas. No pierda la compostura y sonría ante la adversidad.

Utilice la oración compuesta y dialogue con su adversario. Salude a sus vecinos y dé usted los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches; dé las gracias por un detalle y téngalos usted con el resto. Sea educado y correcto, cortés, amable y sincero. Piense en usted, pero sobre todo en los demás. No haga comentarios zafios y no se entregue a la barbaridad.

Sea amigo de la buena educación y deje de una vez por todas de tocar insistentemente el Claxon. Tenga paciencia y espere. Somos muchos y diferentes. Respete a mayores y niños. No atropelle a los débiles. Baje el volumen de su radio y póngase por una vez en el lugar del otro. Todos nos equivocamos, frene ante la soberbia que viene a ser la peor de las consejeras.

Resulta que en la era del genoma humano y la cibernética, la globalización y la comida basura, hemos dejado en el camino las buenas maneras, que vienen a ser una parte importante de nosotros mismos y que nos diferencia de los animales y las bestias, no estaría nada bien que olvidáramos lo aprendido y que nos volviéramos a estas alturas cavernícolas con ADSL.




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