La suerte está echada, Señor...
que todo suceda en Paz
y que tu Amor nos acompañe...
No podría, ni con todas las palabras
puestas a mi disposición, explicar lo que
siento en esta lejanía del exilio...
en este dolor que me atenaza y
que es peor que la muerte...
Venezuela...
mi corazón sigue contigo...
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