¡Oh! gran espíritu,
al que escucho en el viento
y que das vida al mundo...
presta atención a la voz de mi oración:
Yo soy un Ser en tu presencia,
una de tus hijas...
Soy pequeña y débil,
tengo necesidad de tu Fuerza
y de tu sabiduría...
Haz que camine en la bondad.
Haz que mis manos respeten
todas las cosas que has creado;
que mis oídos esten atentos a tu voz.
Hazme capaz de descubrir tu presencia
en cada cosa: en las flores y en las rocas...
Vela siempre sobre mi camino...
Haz que mis manos sean puras
y mis ojos limpios,
para que el día que mi vida se ponga
como el sol en el horizonte,
pueda llegar a tí con alegría...
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