lunes, octubre 31, 2011

El Sendero del Mago...


El más puro de los caballeros que sirvió a Arturo fue Galahad, a pesar de tener en común con el rey el hecho de haber sido concebido fuera del matrimonio.
Aunque el hecho de que Galahad fuese hijo natural de Lancelot no conllevaba estigma alguno, cuando llegó el día en que debía convertirse en paladín de una dama de la corte, el rey Arturo se opuso y manifestó su descontento.


- "No permitiré que seas el paladín de ninguna dama noble", declaró Arturo.


Galahad se ruborizó y tartamudeó:
- "Pero mi señor, todo caballero debe servir a una dama para demostrarle la pureza de su amor".


"¿Qué sabes tu del amor?", preguntó Arturo de una manera tan incisiva que Galahad se ruborizó todavía más intensamente. "Si estás tan ansioso de luchar por una dama, te presentaré a tres para que escojas".


El rey mandó llamar inmediatamente a Margaret, una vieja lavandera de cabello cano y con verrugas en la nariz. "¿Le servirás a ella por amor, gentil caballero?, -le preguntó Arturo. La confusión de Galahad fue enorme. "No comprendo mi señor", murmuró.


Arturo lo miró fijamente he hizo salir a la mujer. "Traigan a otra", ordenó. Esta vez trajeron a una niña recién nacida. "Si Margaret te pareció demasiado vieja y fea, entonces ¿Qué piensas de esta dama? Es de noble cuna y no puedes negar su hermosura". Aunque no había duda de que la niña era muy hermosa, la confusión de Galahad, iba en aumento. Sacudió la cabeza.


"Este amor del que hablas es un amor difícil de complacer", dijo Arturo. Mandó llamar a una tercera dama, y esta vez entró Arabela, una preciosa niña de doce años. Galahad la miró y trato de reprimir la ira. "Mi señor, es apenas una jovencita y mi media hermana", dijo.


"Pediste una dama a la cual servir", dijo Arturo, "y he sido lo bastante generoso como para presentarte a tres. Ahora debes decidir".


Galahad, estaba aturdido. "¿Por qué te burlas de mí de ese modo?", preguntó.


Arturo hizo un gesto con la mano, y en pocos minutos, salió todo el mundo del gran salón y ellos dos quedaron solos. "No me burlo de ti", le dijo, "trato de mostrarte algo que aprendí de mi maestro Merlín".


Galahad alzó los ojos y vio que el ceño de Arturo se había suavizado. "Mis caballeros dicen servir a sus damas por amor", prosiguió el rey, "y a pesar de sus votos de amar castamente, la mayoría de las veces sienten pasión por aquellas a quienes sirven, ¿no es verdad?". Galahad asintió. "Y cuanto más grande es su pasión por las damas, mayor es su celo de servirles, ¿verdad?", preguntó Arturo. El joven caballero asintió de nuevo. "Merlín me enseñó otra forma de amar", dijo Arturo. "Piensa en la anciana, en la niña recién nacida y en la jovencita que es tu hermana. Todas ellas son manifestaciones de lo femenino, y en la medida en que esas formas cambian, lo que llamas amor, cambia con ellas. Cuando dices que estás enamorado, lo que realmente estás diciendo es que has satisfecho una imagen que llevas dentro.


"Así es como comienza el apego, con la inclinación por una imagen. Podrías afirmar que amas a una mujer, pero si ella llegara a traicionarte con otro hombre, tu amor se trocaría en odio. ¿Por qué? Porque tu imagen interior ha sido mancillada y, puesto que ésa era la imagen que amabas, el hecho de que haya sido traicionada, te provoca ira".


"¿Qué puedo hacer al respecto?", preguntó Galahad.

"Mira más allá de tus emociones, las cuales cambiarán constantemente y pregúntate que hay detrás de la imagen. Las imágenes son fantasías que existen para protegernos de algo que no deseamos enfrentar. En este caso se trata del vacío. A falta de amor por ti mismo, creas una imagen para tapar el vacío. De allí, el intenso dolor que causa un rechazo o una traición en el amor, porque deja expuesta la herida abierta de tu propia necesidad.", dijo Arturo


"El amor, es considerado como algo muy hermoso y elevado", se lamentó Galahad, "no obstante, tú lo haces sonar como algo horrible".


Arturo sonrió. "Lo que suele considerarse amor, puede tener consecuencias terribles, pero ese no es el final de la historia. El amor tiene un secreto. Merlín me lo contó hace muchos años, como yo te lo confío ahora: Cuando puedas amar a una anciana, a una niña y a una jovencita de la misma manera, serás libre para amar más allá de la forma. Entonces se desatará dentro de ti la esencia del amor, que es una fuerza universal. Y dejarás de sentir apego -el llamado silencioso, al cual obedece el amor".


Deepak Chopra
"El Sendero del Mago"




lunes, octubre 24, 2011

Los adioses...



Llevábamos nueve años en la costa catalana y ya nos íbamos, faltaban dos o tres días para el fin del exilio, cuando la playa amaneció toda cubierta de nieve. El sol encendía la nieve y alzaba, a la orilla de la mar, un gran fuego blanco que hacía llorar los ojos.


Era muy raro que nevara en la playa. Yo nunca lo había visto, y sólo algún viejo vecino del pueblo recordaba algo parecido, de tiempos remotos.


Se veía muy contenta la mar, lamiendo aquel inmenso helado, y esa alegría de la mar y esa blancura radiante fueron mis últimas imágenes de Calella de la Costa.


Yo quise responder a despedida tan bella, pero no se me ocurrió nada. Nada que hacer, nada que decir.

Nunca he sido bueno para los adioses.


Eduardo Galeano



lunes, octubre 17, 2011

Amarse con los ojos abiertos...

Este libro me encontró a mi en una librería de Buenos Aires. Desde entonces lo he leído muchas veces y lo he ojeado, para consultarlo, otras más. Hoy me volvió a encontrar en un momento inesperado y en uno de los estractos que más me gustan, así que no dudé en traerlo para ti,para mi, para nosotros...








Amarse con los ojos abiertos...

 

Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endilgarle al vínculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.


Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.


Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.

Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.


Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.


Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".


Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.


Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.


Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.


Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.

"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.


Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.



Jorge Bucay 


"Amarse con los ojos abiertos"



lunes, octubre 10, 2011

Cuenta tus maravillas...

Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias. Todo depende simplemente, de donde centremos nuestra atención.

Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente:
¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!
Te recomiendo que escribas para ti un "Libro de la Abundancia". Cada noche, antes de acostarte, anota por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese día.

"¡Vamos! ¿Cincuenta cosas? Si difícilmente logro encontrar tres", dirán algunos.

Es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes de tu vida. La finalidad de este ejercicio es ayudarte a hacerlo. He aquí algunas de las cosas que podrías anotar:



  • Esta mañana arrancó el coche
  • Soy capaz de caminar
  • Tengo alimentos para comer
  • Alguien me sonrió
  • Sentí el calor del sol en la cara
  • Hablé con una de mis mejores amigas
  • Las flores están comenzando a abrirse
  • Tengo agua caliente para ducharme
  • Estoy respirando
  • Siento mi corazón latir
  • Salió el sol
Las cosas que anotes en tu Libro de la Abundancia no tienen por que ser brillantes y sensacionales. En realidad es mejor que no lo sean.

Ten siempre presente que si sólo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste y eso, desde luego, no es cierto.


Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, realmente extraordinario. Al principio, encontrar esas 50 cosas que agradecer te va a llevar mucho tiempo, muchísimo tiempo. Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche. ¡Y las encontrarás!

Los beneficios son evidentes... Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejarás de fijarte en las malas y te sentirás feliz, una persona afortunada. Si logras adquirir el hábito de fijarte en la abundancia, tu vida se transformará...




Recibido por correo electrónico de ViT@MiNaS PaRa eL AlmA®
Desconozco el/la autor/a

lunes, octubre 03, 2011

No words...

Hay lectores asiduos, que siguen el blog desde Facebook, que me dicen siempre que las entradas más entrañables de Azules son aquellas en las que yo hablo en primera persona y que extrañan esos posts. Mi única excusa es que, como dice Serrat, "las musas han pasa'o de mi".


Los que escribimos sin más ínfulas que la catarsis, solemos hacerlo desde el desgarro mejor que desde la alegría. Y aún así, a veces ni con desgarros profundos somos capaces de hilar una frase medianamente potable. Eso es lo que ha ocurrido conmigo, no soy capaz de hilar nada con mensaje, ni siquiera una suerte de relato cronológico de hechos que me permita ordenarme. Aún ahora, mientras escribo, no se si seré capaz de publicar estas líneas y aburrirlos con mi vacío de inspiración.


Ello no significa que haya dejado de sentir, de llorar, de reír, de aprender, de vivir como bien puedo y me dejan las circunstancias. Al contrario, en mi interior hay más ebullición que nunca, hay más sentimientos que nunca, pero no soy capaz de dejarlos salir de forma alguna que me sirva y le sirva a alguien más. Es como si tuviese dentro una burbuja contenedora, que impide salir lo que me fluye por dentro, pero deja entrar todo lo que absorbo, en una suerte de pozo sin fondo que, sin embargo, a veces siento peligrosamente lleno...


¿A dónde nos cabrá tanto como sentimos? ¿Qué sucederá el día que esa burbuja finalmente colme su capacidad y le de por estallar? ¿Me saldrán los sentimientos acumulados como lluvia fina y silenciosa por los ojos, o seré un tsunami? ¿Me florecerán las manos y los pies en una suerte de semillas cultivadas en este tiempo de abstinencia, o me llenaré de cardos y cactus resecos y polvorientos? 


A Silvio se le perdió su Unicornio Azul, a mi la inspiración, el norte que me permitía derramar medianamente lo aprendido, lo vivido, en mis cuadernos de recordar... Si alguien los ve, le ruego información...