Por las vueltas que da la Vida, de esas que se conjuran con tus deseos y te hacen el sueño realidad, luego de buscar durante mucho tiempo este libro, me llegó por correo como regalo de mi amiga Belinda, que lo buscó hasta que pudo regalármelo. No conforme con esto, hice contacto con la autora del libro vía e-mail, y nos hemos comunicado en varias oportunidades (es una nómade maravillosa y ya entederás qué quiero decir con esto a medida que leas los capítulos del libro :). Como el libro que me regaló Belinda venía con algunas páginas en blanco, Lía me mandó un ejemplar con un amigo de ella que la visitó en Uruguay, y que vive ¡aquí, en Córdoba!, ciudad a la que Lía viene con bastante frecuencia, por lo que -espero- no tardaré mucho en conocerla personalmente... ¿No es maravilloso y mágico???
Es mi deseo que la magia de este libro te haga descubrir el nómade que hay en ti...
El retorno de los Nómades
Lía Schenck
Dedicatoria de la autora:
A mi padre, el más
amado de mis nómades
cercanos.
A todas las niñas y todos los niños, nómades por el solo
hecho de estar tan cercanos a sus orígenes, toda mi alegría,
mi esperanza y mi deseo de que los sedentarismos nunca los
planten en ningún cantero. En ningún parque público ni
privado del mundo.
Retornos
Hace muchísimos siglos, en los orígenes del planeta y antes de que se inventaran
los relojes, los paraguas, los bolsillos y los pañuelos, el planeta estaba habitado
por nómades.
Los nómades eran seres humanos que iban y venían tratando de descubrirse
y tratando de descubrir el mundo.
Vivían todo el día a la luz del día y toda la noche a la oscuridad de la noche, y
se amaban horizontalmente a los latidos de la tierra.
habría mucho para investigar sobre aquella existencia, pero es bien sabido que
ser sedentarios lleva a los seres humanos casi todo el tiempo de sus vidas y
no les deja tiempo para ese tipo de investigaciones.
Los sedentarios desplazaron a los nómades en el curso de los siglos.
Los sedentarios plantaron maíz y plantaron casas y plantaron banderas.
Plantaron plantas de sus pies en un mismo lugar.
En la actualidad, sobre todo en las grandes ciudades, se observa el bellísimo
fenómeno de la reaparición de los nómades.
Empezaron a surgir después de las penúltimas lluvias y ahí están, viviendo la
vida que les tocó en suerte en la ruleta universal de los destinos.
Se han adaptado a las nuevas circunstancias de vida pero no han cambiado
en lo esencial.
Vistos desde afuera son seres como los de todos los días.
Vistos desde adentro tienen esplendores que iluminan.
Algunos los aman y otros quisieran ponerles insecticida.
Ellos aprendieron a no preocuparse. Ha sido desmostrado históricamente
que poseen inmunidad a los exterminios.