martes, octubre 17, 2006

Buscando...

Me he encontardo con que hay en el mercado un cacharro capaz de decirme dónde cornos he dejado las cosas que más necesito y que nunca encuentro porque las dejo por ahí: las llaves, el celular, el boli que escribe como a mi me gusta, el libro aquel que me gustaba, qué se yo… tantas cosas. El invento se llama Loc8tor, y funciona más o menos así: pegas una etiqueta a las cosas que más se te suelen perder, le pones un nombre a cada etiqueta y cuando se te pierda algo, vas y lo llamas a través de aparatito...

¿Será capaz de encontrarme la vida que tenía y que hace casi cuatro años se me escapó, aún no sé bien cómo? ¿los atardeceres en el Avila, mirando Caracas a mis pies? ¿la risa de Laura cuando era una bebé chiquitica? ¿la voz de Isabella cantando en media lengua "Santa Lucía", mientras íbamos en el auto y ella me abrazaba por la espalda? ¿el borrador de los cuentos que solía escribir a escondidas y que sólo yo leía? ¿la mirada de mi padre, tan líquida y querida? ¿las noches en City Hall más sanas que una zanahoria? ¿el olor de los libros recién comprados en cada inicio de clases? ¿mi poodle, Druppy, que se moría por comer naranjas y mangos? ¿el amanecer sobre Caracas que miraba cada día en mi ventana, mientras me tomaba el café? ... ¿habrá suficientes etiquetas para lo que he perdido?... y, sobre todo, ¿habrá una etiqueta para esta alma mía que se me ha escondido en el cuerpo a medida que he ido escribiendo estas líneas?




9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese chisme está bien, petarda... pero, ¿no venden algo similar para perder suegras? Me informas, ¿vale?

Muassssssssssssssssssss, fííííííísima!!!!!!

Er Pertardo

El Trimardito dijo...

jejejeje!! bueno el post, eso de encontrar cosas que uno siempre busca como loco es desesperante.

Anónimo dijo...

Propongo etiquetar, para luego encontrar con facilidad:
* La época en que entramos en el vestido más chiquito del guardarropas.
* Las llaves de la oficina... o bien perder la costumbre de ser la primera en llegar (siempre sin llaves).
De momento, son mis olvidos más urgentes.
Besos, Azul!!

Anónimo dijo...

Yo con el Petardo, habría que inventar un coso que desapareciera a algunosssss
Besuchis

Sam dijo...

De veras quisiera recuperar cosas como mi infancia o los momentos en los que tuve a esa gran persona a mi lado. Ahora él está muy lejos. Ese aparatito no me lo podrá traer de vuelta???


Saludos desde Perú.

Anónimo dijo...

Azulita querida, ¿para qué quieres volver a encontrar todas esas cosas? ¿No ves que nunca las has perdido? Las perderás el día que las olvides, mientras tanto, ahí están :)

Para las cosas más mundanas, ese aparatito me vendría de perlas!!

Un enorme beso (ya te ví por el otro blog, estás hecha una investigadora de primera, jajaja!) :*

Anónimo dijo...

Merche lo ha expresado muy bién...están ahí.
Para rescatarse puede ser buena idea escuchar la séptima sinfonía de Beethoven y ya verá que se sentirá mucho mejor :)

Besos

Anónimo dijo...

No pienses en lo que se fue [que sigue en ti, ya ves que lo recuerdas], piensa en las maravillas por venir, porque con lo bellìsima persona que eres, seguro te lloveràn.

Carlos

Anónimo dijo...

Sinceramente avísame si ese aparato funciona para recuperar momentos como los que mencionas, más que nada porque si es capaz de recuperar épocas lo quiero y más aún, si es capaz de atravesar un océano como el Atlántico para cumplir con su función.
Besos.