sábado, enero 14, 2006

Sin retorno...


…Las palabras no son nuestras, no nos pertenecen, sino que vienen cuando quieren, como esos que cuentan historias y de pronto se quedan parados y no pueden continuar, y hay que dejar que encuentren de nuevo el camino en medio del laberinto que sólo ellos entienden…

…Qué ciega es a veces el alma de los hombres. Tanto tiempo transcurrido por las cosas y siento su memoria dentro de mí como una dulce fontana, agua de miel que borbotea en lo más íntimo de mi condición de sombra y agranda con su ausencia esta soledad terrible que me castiga...

…Y fue como si se parase el tiempo, gaitero, como si un dedo poderoso detuviese en algún lugar la máquina de las esferas, el reflujo de las mareas, el paso de los días y de las noches, y nos quedásemos quietos, súbitamente, en aquella inmensa soledad de los abismos, derribaderos de roca desnuda, altas paredes de mármol, barandas de cristal, luminosa frialdad de barrancos y simas profundas. Nada se oía. Ni el canto de un pájaro, ni el vuelo del águila, ni tan siquiera el rumor del río en la fresneda. Únicamente el pozo sin fondo de la ausencia de mi amigo…

Victor F. Freixanes
A cidade dos Césares

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es... perfecto!!!!!!!!!!!!!!!!!!