Recuerdo perfectamente una tarde, en Caracas, en la que una persona que
no conocía para nada, comentaba conmigo que era tan importante
dar como recibir, que era un círculo que necesitaba completarse, para
que las energías no se estancaran... Y para una crianza como la mía, en
la que me inculcaron siempre que había que dar desinteresadamente,
sin esperar recibir nada a cambio, el dar era lo natural,
dar como recibir, que era un círculo que necesitaba completarse, para
que las energías no se estancaran... Y para una crianza como la mía, en
la que me inculcaron siempre que había que dar desinteresadamente,
sin esperar recibir nada a cambio, el dar era lo natural,
el recibir era casi pecado...
Hoy he aprendido que no siempre recibimos directamente por lo que
damos, recibimos porque la Vida tiene sus formas de retribuirnos y que
lo que hay que hacer, simplemente, es decir "gracias" y abrir los brazos
para recibir con humildad las cosas que nos llegan... No es fácil explicarlo,
no es fácil no pensar en los matices, en las excepciones, pero simplificando,
es así: hay que dar, sí, pero es indispensable también, el saber recibir...
Todo esto viene a colación porque hace un par de días han operado a mi
mamá. Eso ha implicado que todo gire en torno a ella, porque simplemente
no puede caminar por un tiempo que, para un ser como ella, acostumbrado a
dar y no a recibir, va a ser demasiado largo... No le cabe en la cabeza que
cargarla, llevarle la comida, ayudarla a vestirse, incluso a darle agua en el
cuenco de mi mano para que se enjuague la boca, cuando se cepilla los dientes,
es para mi un acto de amor hermosísimo, que me nace desde el fondo del corazón
y que en ningún momento me molesta, me pesa o me fastidia...
Sin duda será una oportunidad para ella de aprender a recibir... y para mi, la de
devolverle un poquitín tanto amor y cuidados como me ha dado desde siempre...
Hoy he aprendido que no siempre recibimos directamente por lo que
damos, recibimos porque la Vida tiene sus formas de retribuirnos y que
lo que hay que hacer, simplemente, es decir "gracias" y abrir los brazos
para recibir con humildad las cosas que nos llegan... No es fácil explicarlo,
no es fácil no pensar en los matices, en las excepciones, pero simplificando,
es así: hay que dar, sí, pero es indispensable también, el saber recibir...
Todo esto viene a colación porque hace un par de días han operado a mi
mamá. Eso ha implicado que todo gire en torno a ella, porque simplemente
no puede caminar por un tiempo que, para un ser como ella, acostumbrado a
dar y no a recibir, va a ser demasiado largo... No le cabe en la cabeza que
cargarla, llevarle la comida, ayudarla a vestirse, incluso a darle agua en el
cuenco de mi mano para que se enjuague la boca, cuando se cepilla los dientes,
es para mi un acto de amor hermosísimo, que me nace desde el fondo del corazón
y que en ningún momento me molesta, me pesa o me fastidia...
Sin duda será una oportunidad para ella de aprender a recibir... y para mi, la de
devolverle un poquitín tanto amor y cuidados como me ha dado desde siempre...
3 comentarios:
Una madre y su hija,una madre y sus hijas,dando o recibiendo Amor,pero siempre engendrando siempre engendrando Amor a costa de lo que sea...
un beso
Max
Le deseo a tu madre un pronto recuperamiento.
Y usted cuidese tambien, jovencita.
Mr. Grau
Está mucho mejor y menos leona =oD
La que está destrozaíta con un gripón (¡en pleno verano!), soy yooo
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