Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, 
acariciar lentamente la profundidad de tu pelo 
mientras nos besamos como si tuviéramos 
la boca llena de flores o de peces, 
de movimientos vivos, de fragancia oscura. 
Y si nos mordemos el dolor es dulce, 
y si nos ahogamos en un breve y terrible 
absorber simultáneo del aliento, 
esa instantánea muerte es bella. 
 Y hay una sola saliva y 
un solo sabor 
a fruta madura, 
y yo te siento temblar 
contra mí 
como una luna en el agua... 
 Julio Cortázar
Rayuela , Cap Nº 7
Imagen: "El árbol de la Vida", de
Gustav Klimt
Imagen: "El árbol de la Vida", de
Gustav Klimt

 
 
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