jueves, diciembre 20, 2012

Recuentos...




Hoy tengo ganas de escribir, cosa que no me pasaba desde hace bastante, al menos no como para publicarlo... Tampoco sé si al final haré click en Publicar, pero aquí voy, a ver si soy capaz de ponerme en palabras...

Es época de recuentos, de reencuentros, de saldos y de aperturas de nuevas cuentas. Este año, como para muchos, ha sido duro y casi letal conmigo, pero al final, y a pesar de las muchas crisis, el saldo es positivo. No creo que recuerde el 2012 con cariño, pero sí con orgullo: he librado batallas muy fuertes y al final he ganado yo, porque "no tengo fuerzas para rendirme". Nunca.

En este año que casi termina he dejado trozos importantes de mi, algunos hubo que pensé que no superaría, pero aquí estoy, sonriendo de nuevo, con muchas ganas de más. Finales de mundo vivimos muchos, pero siempre se renace, se vuelve a reverdecer y a florecer, y nunca -NUNCA- es tarde para ello...

En este 2012 me le volví a escapar al cáncer, tuve que remendarme el alma, la hipoteca me sacó canas verdes, dejé 14 kilos atrás, lloré todos los mares de este mundo y de los que no conocemos, toqué fondo... y cuando ya no había dónde más hundirme, di una patada en el fondo y volví a salir a flote: consciente, fortalecida, volví a encontrarme, a sonreír, a ser feliz, a ser luz. Por cada pincelada emborronada que me manda la Vida, yo le devuelvo diez, más bonitas, más luminosas. Y cuando el cielo se me oculta con nubes negras, abro el paraguas y camino bajo la lluvia, sonriendo...

No, no tengo idea de cómo fue que me retomé, no existen fórmulas mágicas, ni universales. Solo puedo decir que la voluntad, el deseo más profundo, sí mueven montañas... Que el rendirse no es nunca una opción para mi, aunque me de treguas en las que no tengo ganas ni de respirar.

Mi deseo para este año nuevo que se nos acerca a pasos agigantados, es que las fuerzas y la alegría de vivir nos alcancen y se adueñen de nosotros. La Vida es aquí y ahora, entre parpadeo y parpadeo. Que no se nos pase sin verla, sin participar, sin involucrarnos, sin comprometernos. No tienen que ser cambios radicales, ni multitudinarios, con un día a la vez es suficiente...

Así que deseo para cada uno, un año nuevo que vivamos día a día, pasito a pasito, dándonos cuenta, mirando y viendo,  y agradecerles que todavía pasen por aquí y me manden correos hermosos e inspiradores.

Gracias. De corazón.




4 comentarios:

Chary Serrano dijo...

Siento lo que has pasado y me alegro como lo encaras al futuro.

En parte me identifico contigo, sobre todo en lo de tocar fondo y nada mas llegar abajo, coger impulso para subir alto. Eso es necesario, no se puede vivir en un pozo.

Que pases bien lo que queda de las fiestas y que el próximo año sea muy feliz.

Azul... dijo...

Gracias Chary!
Estoy muy bien y espero seguir así, aunque a veces tenga que abrir el paraguas y el cielo no sea tan azul. Pero pasa, todo pasa y se sigue adelante, más fortalecida, más consciente.

Un abrazo enormísimo y gracias por pasar! Siempre vas a ser bienvenida, que lo sepas :)

leo dijo...

Leo tu entrada con emoción. Cuánto me alegro de que sigas en la lucha: es un gran ejemplo. UN abrazo muy grande, mi Azul, preciosa.

Azul... dijo...

Mi Leo hermosa y adorada. Qué lindo que sigas pasando. Siempre estás en mi corazón, no lo olvides!