miércoles, junio 24, 2009

Cómo cambia la Vida...

Escenario: Tienes que hacer un viaje.

Año 1977: Viajas en un avión de Iberia, te dan de comer y te invitan a lo que quieras de beber, todo servido por azafatas espectaculares, en un asiento en el que caben dos como tú.

Año 2008:
Entras en el avión abrochándote el cinturón de los pantalones que te han hecho quitar para pasar el control, te sientan en una butaca en la que, si respiras profundo, le metes el codo en el ojo al de al lado y si tienes sed el azafato maricón te ofrece una carta con las bebidas con los precios aumentados en un 50% porque sí. Y no protestas por si acaso cuando aterrizas te meten el dedo más largo del mundo por salva sea la parte, para ver si llevas drogas.


Escenario: Manolo tiene pensado ir al bosque después de clase, según entra al colegio le enseña una navaja a Pancho con la que pretende hacer un tirachinas.

Año 1977: El subdirector lo ve, le pregunta dónde las venden y, además, le enseña la suya que es antigua, pero mejor que la de Manolo.

Año 2008: La escuela se cierra, llaman a la guardia civil y llevan a Manolo al reformatorio. Antena 3 y Telecinco presentan los informativos de las 15:00 desde la puerta del colegio.



Escenario: Disciplina escolar:

Año 1977: Hacías una putada en clase. El profesor te metía dos buenas hostias bien merecidas. Al llegar a casa tu padre te arreaba otras dos.

Año 2008:
Haces una putada. El profesor te pide disculpas. Tu padre te pide disculpas y te compra una moto.


Escenario: Fran y Marcos se reparten unos puñetazos después de clase.

Año 1977:
Los compañeros los animan, Marcos gana. Se dan las manos y terminan siendo colegas en los billares.

Año 2008: La escuela se cierra, Telecinco proclama el mes contra la violencia escolar, el periódico 20 Minutos titula a cinco columnas el asunto, y Antena 3 aposta de nuevo a Matías Prats en pleno temporal frente a la puerta del colegio, para presentar el telediario.


Escenario: Luis rompe el cristal de un coche en el barrio; su padre saca el cinturón y le pega unos buenos azotes con él.

Año 1977: Luis tiene más cuidado la próxima vez, crece normalmente, va a la universidad y se convierte en un exitoso hombre de negocios.

Año 2008: Arrestan al padre de Luis por maltrato a menores. Sin la figura paterna, Luis se une a una banda. Los psicólogos convencen a su hermana de que el padre abusaba de ella y lo meten en la cárcel de nuevo. La madre de Luis se enrolla con el psicólogo. Mercedes Milá abre la final de Gran Hermano con un discurso relativo a la noticia.


Escenario: Juan se cae mientras echaba una carrera y se araña la rodilla. Su profesora, María, se lo encuentra llorando al borde del camino. María lo abraza para confortarlo.

Año 1977: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.

Año 2008: María es acusada de perversión de menores y se va al paro. Se enfrenta a tres años de cárcel. Juan se pasa cinco años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la profesora por trauma emocional, ganando ambos juicios. María, en paro y endeudada, se suicida tirándose de un edificio. Cuando aterriza, lo hace encima de un coche y también rompe una maceta. El dueño del coche y el dueño de la planta demandan a los herederos de María por destrucción de la propiedad. Ganan. Telecinco y Antena 3 producen juntos la película del caso y definitivamente el plató de los informativos queda emplazado en medio de la calle.


Escenario: Relación habitual entre padre e hijo:

Año 1977: Le pido dinero a mi padre para salir.

Año 2008:
Mi padre me pide dinero para apaciguar al banco.


Escenario: llega el 28 de octubre:

Año 1977: Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. No pasa nada.

Año 2008: Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. La gente sufre trastornos del sueño, depresión y amenorrea.


Escenario: El fin de las vacaciones:

Año 1977: Después de chuparse una atasco del copón con toda la familia metida en un seiscientos, tras 15 días de vacaciones en la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente se trabaja y no pasa nada.

Año 2008: Después de volver de Cancún, en un viaje todo pagado. Se terminan las vacaciones y la gente sufre trastornos del sueño, depresión post-vacacional y seborrea.



Recibido por e mail: Gracias JR!!!

miércoles, junio 17, 2009

La chica del puente...

- ¿Cómo se imagina el futuro, Adele?

- No lo he pensado... Cuando era pequeña sólo deseaba una cosa: crecer. Quería que todo sucediera deprisa, pero ahora no sé para qué ha servido todo esto. No sé para qué. Hacerme mayor. El futuro es... es como una gran sala de espera, como una gran estación con bancos y corrientes de aire, y detrás de los cristales un montón de gente que pasa corriendo, sin verme. Tienen prisa. Cogen trenes, o taxis. Tienen un sitio a donde ir, alguien con quien encontrarse. Y yo me quedo sentada, esperando.

- ¿Qué espera, Adele?

- Que me ocurra algo.

Patrice Leconte
La chica del puente

miércoles, junio 10, 2009

Santiago de León de Caracas...

Este slide que verán más abajo, se lo "robé" a mi amiga Rosa, porque cada imagen es una maravilla y quería mostrarles Caracas y su Ávila, la ciudad y la montaña por las que suspiro cada día de mi Vida...

A lo largo del tiempo he tenido la oportunidad y la dicha de viajar a muchos lugares, empecé a viajar fuera de Venezuela desde los 9 años y sola desde los 15, y siempre, siempre, lo mejor de regresar era la vista del Ávila, justo cuanto terminaba de subir a Caracas y llegaba a la primera curva, después del último túnel, de la autopista Caracas-La Guaira...
Ya perdí la cuenta de las veces que subí por sus laderas, que incluso dormí en su cima, que fuí a patinar sobre hielo en la pista que está arriba, al lado del Hotel Humboldt... y esa foto mía que está al lado de estas líneas, que alguno de Uds. habrá visto otras veces, es de la última vez que subí al Ávila, antes de venirme a España...





miércoles, junio 03, 2009

Un Mac Gyver maracucho (*)...

Una de las cosas que más me gustaba de mi trabajo en Petróleos de Venezuela (PDVSA) era la posibilidad de dictar cursos a través del CIED (Centro Internacional de Estudios y Desarrollo, filial de PDVSA), en la materia de mi especialidad (Ley de Licitaciones y Normativa de Contratación), porque además, el grupo de instructores que dictábamos los cursos teníamos una relación excelente, y tuvimos la oportunidad de participar en la redacción de la ley venezolana de Licitaciones y sus dos Reglamentos, así como de elaborar el Manual de Contratación de Petróleos de Venezuela y sus Empresas Filiales, proyecto del que fui la líder y que abarcó no solo su redacción, sino también su publicación, implantación y divulgación, con la invaluable colaboración de un grupo de profesionales fabulosísimos, que trabajaban, como yo, en las Gerencias de Contratación de cada una de las filiales.



Uno de esos cursos lo dictamos, en Puerto La Cruz (Estado Anzoátegui, Venezuela), para la gente de la Refínería de Jóse, y coincidimos tres instructores (y panísimas -cuates - colegas-) de dos de las filiales de PDSVA: José que era de la gerencia de Ingeniería de Lagoven-Maracaibo, Margot que era de la Gerencia de Contratación de Lagoven-Caracas y yo que era de la gerencia de Finanzas de Maraven-Caracas. El curso lo dictamos en los salones del mismo hotel donde estábamos alojados, un hotel recién inaugurado y muy lindo del que no logro recordar el nombre (creo que era el Cristina Suites). A cada uno nos dieron una suite que tenía cocina, un saloncito y la habitación con su cuarto de baño.


Así que la noche antes de comenzar el curso que duraría tres días, nos reunimos en el saloncito de mi habitación para dar los últimos retoques a lo que cada quien iba a exponer: José abriría el curso, yo daría todo lo relativo a cada uno de los tipos de licitación regulados por la ley y sus reglamentos y todas las contrataciones regidas por la normativa interna de la empresa, y Margot cerraría con los aspectos legales de los tipos de contratos aplicables. Eso lo teníamos clarísimo, porque a ese niño lo habíamos creado nosotros y era nuestro día a día en la oficina, pero queríamos repasar el material escrito de los participantes, las diapos, etc... Estando en ello ¡zas! se va la luz y nos quedamos a oscuras...

Margot y yo nos quedamos tan tranquis, conversando y asomándonos a la ventana para ver si era solo problema del hotel o de toda la zona, pero José empezó como un loco a pedirme cosas y a dar vueltas por la habitación, como un león enjaulado...
- Mary ¿tenéis bronceador en aceite? (Puerto La Cruz es puerto de mar, así que claro que me lo había llevado, porque al terminar de dictar el curso, me iba a pasarme los 4 días de carnaval en el hotel Maremares :D)


- Vái, traéme tu encendedor

- Esto lo soluciono yo como que me llamo José, ¡qué molleja!


Margot y yo nos mirábamos muertas de la risa, mientras lo veíamos inspeccionar la cortina luminizada del ventanal... Cuando encontró lo que buscaba, se volvió a sentar en el sofá, nos quitó el cenicero y echó en él un chorrote generoso del bronceador en aceite, mojó un hilacho largo que, según supimos, le había arrancado a la cortina, dejando fuera del aceite un cabito del hilo, al que acercó la llama del encendedor y voilà!, teníamos una lámpara de aceite improvisada por José, a quien de ahí en adelante llamamos Mac Gyver, por la serie de TV estadounidense, famosa porque su protagonista hacía cosas similares con cuanto cachivache tuviese delante...

Pasado el pánico que puso eléctrico (nunca mejor dicho) a José, nos contó que él le tenía terror a la oscuridad desde niño, que siempre dormía con la luz encendida y por eso se puso atacado cuando la luz se fue... menos mal que lo solucionó, porque estuvimos así un par de horas más y durante todo el tiempo que duró el apagón ¡fuimos los únicos que tuvimos luz! :)

Con José y Margot perdí todo contacto después de que nos echaron a todos a paletadas de PDVSA, en el 2003, en listas que aparecían periódicamente en la prensa nacional, con nuestros nombres y carnets de identidad (22.000 trabajadores de PDVSA fuimos "botados" por el tipo aquel que no se calla, según él, por "traidores a la patria", al convocar una huelga general perfectamente legal, durante diciembre de 2002). Sería fabuloso que José y Margot leyeran ésto y recuperáramos el contacto (soñar no cuesta nada, ¿vieron?)


Ya saben lo que tienen que hacer si se ven sin luz... ¡¡¡tengan siempre a mano bronceador en aceite y un encendedor!!! Un hilo más o menos gruesito siempre se consigue :)







(*) Maracucho: es el gentilicio coloquial de las personas nacidas en la ciudad venezolana de Maracaibo, capital del estado Zulia, al occidente del país. El gentilicio oficial es marabino o maracaibero.

Los paisajes son de Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui, Venezuela, el último es una vista saltelital de la ciudad