Estas líneas forman parte de un correo que le escribí a una persona que quiero con todísima mi alma, y que hoy me reenvió, diciéndome lo bien que le había hecho volver a releerlo... El no sabe el bien que me ha hecho a mi permitiéndome volver a leerlo... Por supuesto, he omitido las refrencias personalísimas del correo, pero he conservado su esencia, ésa que me ha hecho querer compartirla con Uds...Igual que no hay dos atardeceres iguales,
no somos los mismos de un minuto al siguiente...
por no ser, ni siquiera somos la misma persona
que en el pasado se equivocó... o acertó...
La esencia permanece, pero también muta...
se aviva o decrece, según el trabajo interior
que hagamos a diario,
cada segundo de nuestras vidas...
... recuerda que no somos producto de nuestras habilidades,
sino de nuestras elecciones... y somos tan benditos,
corazón, que hasta senos permite corregir si erramos,
aunque esté claro que nada detendrá las consecuencias
de nuestros actos, pero estando conscientes de ello,
sabremos que nada dura para siempre, ni aún lo hermoso,
porque somos tan especiales que hasta de los
atardeceres nos aburriríamos si sucediesen
cada vez que los deseamos... después de la tormenta,
siempre sale el Sol... y aún con la tormenta,
recuerda al sol que permanece...
Ve... y sé tú... escucha a tu corazón... lo que realmente te dice,
no lo que tú desearías que dijera... para eso, no hay otra forma
que aquietando el interior...
Yo también ando en las mismas... más lenta, porque tantas pérdidas
juntas me desencadenaron un miedo a creer en lo estable,
que aún tengo que superar, pero voy poco a poco
volviendo, atreviéndome a hacer planes aunque sea
de un día para otro... al menos no me paralicé y
lo que tanto aboné dentro de mi, me ha
estado sosteniendo... Estaré mejor y mejor cada día,
eso ni dudarlo, porque el fracaso no es ni
siquiera una opción para mi =o)
Te quiero, Enano...
Valga la acotación de que, el "Enano" mide aprox 1.98 m y tiene los ojos más verdes, transparentes y expresivos de todo el territorio mexicano =o)