Para un guerrero de luz no existe un amor imposible.
No se deja intimidar por el silencio, por la indiferencia o por el rechazo.
Sabe que detrás de la máscara de hielo que las personas usan,
existe un corazón de fuego.
Por eso el guerrero arriesga más que los otros.
Un guerrero de la luz muchas veces se desanima.
Siente que nada consigue despertar la emoción que deseaba.
Muchas tardes y noches debe permanecer manteniendo una posición
conquistada sin que ningún acontecimiento nuevo le devuelva el
entusiasmo.
Pero es obstinado, y no abandona lo que había decidido hacer.
Y entonces, cuando menos lo espera, una nueva puerta se abre...
Paulo Coelho