El retorno de los Nómades
Lía Schenck
Aclaraciones con esperanzas (Cont.)
Aprenden de la paciencia aprendiendo a esperar. Y mientras
esperan, tejen y destejen y tejen, suben y bajan,
se bambolean como elefantes en la tela de una araña
y anticipan en sus bocas el sabor del durazno
mirando la flor de la esperan su fruto.
Y si no es el fruto de esa flor será el fruto de una flor
que todavía no han visto y que pacientemente
espera ser descubierta. Aprenden la paciencia de la flor.
Muchas veces han visto ciruelos florecidos en
primavera anunciando frutos. Pero después han visto
que las heladas o los tornados arrasan y el ciruelo es
despojado de promesas. Lloran entonces los despojos
del ciruelo y la frustración de sus bocas
y se abrazan al tronco para hacerle saber los múltiples
frutos por venir. Cosa que el ciruelo ya sabe y continúa
la producción de milagros.
también es cierto que a veces se sienten impacientes.
En esos casos prueban de mirar el horizonte
hasta comprender que nunca puede ser una línea recta.
Mirar el vaivén del horizonte les da una impresionante
seguridad.
Así descubren la primera cualidad de la paciencia:
comprender que ninguna cosa del tiempo se ve de cerca
como se ve de lejos.
Y la segunda cualidad de la paciencia: entender que
ninguna cosa del tiempo sucede antes de tiempo.
La tercera cualidad de la paciencia es saber que no se
pueden adelantar los pasos y entonces van hacia
cualquier horizonte de sus vidas.
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