viernes, noviembre 01, 2013

Las dietas no sirven pa' ná...

El año pasado, a finales de Septiembre, yo pesaba 98 kilos.

Como a muchos lectores que hayan tenido sobrepeso les sonará,
yo vivía de mal humor, no quería ni salir y muchos menos pensar
 en salir de shopping a comprar ropa ¡ni muerta!

Luego de muchas dietas "milagrosas", que en poco tiempo me hacían
recuperar el doble de peso que había perdido y, llegada a este punto,
dije "¡se acabó!" y no, no comencé una dieta. A partir de Octubre de 2012
cambié mi forma de relacionarme con la comida y un año después,
puedo asegurarles que ha sido la mejor decisión que tomé en la Vida.

No pasé hambre, no la paso ahora que continúo comiendo igual. Primero,
porque veía cómo iba perdiendo casi a diario y después, porque el estómago
volvió a sus proporciones normales y ya no podría meterme un atracón de
comida ni aunque quisiera, sin sentirme físicamente mal.

En mi nuevo modo de comer desde hace un año, no he dejado de comer
ningún alimento, lo cual incluye pan, arroz, pastas, papas fritas (de las de
bolsa que se hacen al horno y sin grasa), galletas, ¡chocolate!

Y aquí les va el "secreto":

Durante todo el día:
Beber agua como si tuvieran una colonia de ranas sedientas
en la panza.

Desayuno:
Una taza nada pequeña de café con leche semidesnatada y edulcorante
(ahora y no siempre, me doy el gusto de ponerle dos cucharaditas
de azúcar y si me lo tomo en algún lugar fuera de casa, siempre azúcar)

Una o dos tostadas de pan del tipo que me provoque, cada una un poco
más pequeñas que una rebanada de pan de molde o sandwich, a la que le pongo
aceite de oliva, matequilla o margarina, según me provoque, con jamón
(normal, serrano, de pavo) y/o queso (cualquier tipo). O simplemente con paté.
Y a veces solo el pan con aceite de oliva o mantequilla.

A media mañana y solo si me da hambre:
Un rollito de jamón de pavo con queso, SIN pan (cuando ya se llega al peso
deseado, se puede poner una ruedita de pan sin remordimientos)
Una fruta o un yogurt (normal o light, da igual)

Almuerzo:
Carne/Pescado/Pollo/Cerdo a la plancha
Una ración de arroz, pasta o papas del tamaño de mi puño
Ensalada con el aderezo que más me guste o vegetales hechos
al vapor

El día que pongo pasta solamente, me como dos puñitos. Uno
primero y luego repito el otro, para que el sargento que tenemos
en la azotea diga "¡Oh! ¿Estoy comiendo pasta y, además repito!",
y le saboteo la ansiedad ;)
¿La salsa para acompañar la pasta? La que tenga ganas: boloñesa,
carbonara, solo tomate, pesto... Y antes de la pasta se vale comer
ensalada :)

A las 5 de la tarde:
Un café con leche o un té verde
Dos, ¡sí, DOS!, galletitas María o... ¡Tachán¡ ¡Dos cuadritos de
chocolate!

Después de las 5 de la tarde:
Nada, pero absolutamente NADA de carbohidratos. A partir
de esta hora las harinas ¡fuera!

Cena:
Aunque no lo crean hay mil posibilidades, incluida la de no cenar
nada, porque ni siquiera te apetece.

Algunos ejemplos de cena:
Una tortilla de dos huevos con jamón y queso y/o cebolla y/o
champiñones o simplemente sola.

Un tomate gordito, en rodajas, con sal y un chorritito de aceite
de oliva y una lata de atún, preferiblemete en agua, bien escurrido.

Una ensalada con lechuga, tomate, sucedáneo de cangrejo, atún,
frutos secos (nueces, avellanas, pistacho, etc), o con una pechuguita
de pollo a la plancha, cortada en tiritas, aliñada como más
se desee.

Dos yogures, vertidos en un tazón, con rodajas de plátano (cambur
en Venezuela), o kiwi, pera o manzana o la combinación de frutas que
más nos guste  e incluso, si no apetece fruta, unos copitos de cereales, tipo
Special K, o frutos secos, o una cuharada de mermelada light.

Si en un fin de semana nos vamos de picoteo con los amigos, sírvanse las tapas
en un plato, para controlar la cantidad de comida. Coman de todo, pero controlando
las cantidades. Se valen un par de cervecitas o de algún cóctel, e incluso un postrecito,
todo sin pasarse, pero de lunes a viernes, ambos incluidos, vuelta al redil de la comida sana :)

Cuando yo me quería quitar un kilo en un día o dos, me cenaba un plátano y
dos rebanas gorditas de queso gouda  ¡Y lo perdía!

No puedo decir que los primeros kilos los perdiera más rápido, porque fue
un proceso paulatino y constate. En diciembre de 2012, ya me había quitado
12 kilos, a finales de enero, 18 kilos. A junio del 2013 ya eran 25 los kilos de
menos y así me mantengo. Haga lo que haga los fines de semana, si gano 300
o 400 gramos, solitos se vuelven a ir durante la semana.

¿Ejercicio?
Sería fabuloso. Yo soy muuuy vaga y lo reconozco, pero como camino
muchísimo, porque esta ciudad es absolutamente paseable y hermosa,
y como, además, bajo por las escaleras (7 pisos) sin usar el ascensor, eso me
compensa, aunque reconozco que si fuera más aeróbica, me iría mejor
aún xD

Ojalá se animen, no se van a arrepentir... y créanme, pasar de una talla 50
a una 40 - 42 ¡es un sueño! Que te sirva la ropa de Zara, H&M, Mango,
Berska es ¡a-l-u-c-i-n-a-n-t-e!

Aquí o por el correo me pueden preguntar si hay dudas, que con todo el
gusto les voy a cotestar.

Y ahora, imágenes para que vean de lo que les hablo




Esta era yo en Octubre 2012, con 98 kilos (mido 1,70m)
Lo crean o no, me costó encontrar una foto donde
apareciera de cuerpo entero, porque le huía a las
cámaras como a la peste.












Esta soy yo en Octubre 2013...
25 kilos menos después, con 73 kilos...

Ya no le huyo a las cámaras, aunque
no sea muy afecta a que me fotografíen,
pero cuando pasa, me gusta lo que veo :)
Por cierto, ese vestido es de Mango,
donde antes no me podía comprar
absolutamente ¡nada!, porque no había
talla elefantito xD