lunes, noviembre 28, 2011

Equilibrista...

Oscilo; a veces el mundo escapa a mi comprensión, otras, me siento capaz de abrazar toda extravagancia de sus moradores, lo que probablemente le ocurra a todos. Y uno de mis aprendizajes, adquirido con su buena cuota de incertidumbre y pesar, es que para una mujer ser independiente es algo difícil, aun al borde del cambio de siglo en que nos encontramos. Que las que buscan su autodeterminación casi siempre pagan caro por ello. Que la palabra libertad aplicada a una mujer es casi siempre una mentira. Sobrevivo ensayando de sustraerme a esa implacable realidad, volviendo la cara para no encontrármela nunca de frente.


Marcela Serrano
"Nuestra Señora de la Soledad"



lunes, noviembre 21, 2011

Yo te nombro Libertad...

Naufragando me encontré este poema de Pau Eluard en la voz de Nacha Guevara, con dibujos de Quino. Porque sé que hay quienes no pueden ver los videos, dejo también los hermosos versos... Detén el Ipod que está en la barra, a tu derecha, para que no interfiera con el video y ¡a disfrutar esta "bellezura"!














Yo te nombro Libertad...

Por el pájaro enjaulado
Por el pez en la pecera
Por mi amigo que esta preso
Por que ha dicho lo que piensa

Por las flores arrancadas
Por la hierba pisoteada
Por los árboles podados
Por los cuerpos torturados
Yo te nombro Libertad

Por los dientes apretados
Por la rabia contenida
Por el nudo en la garganta
Por las bocas que no cantan
Por el beso clandestino
Por el verso censurado
Por el joven exilado
Por los nombres prohibidos
Yo te nombro Libertad

Te nombro en nombre de todos
Por tu nombre verdadero
Te nombro y cuando oscurece
cuando nadie me ve

Escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad
Escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad
Tu nombre verdadero
Tu nombre y otros nombres
que no nombro por temor

Por la idea perseguida
Por los golpes recibidos
Por aquel que no resiste
Por aquellos que se esconden
Por el miedo que te tienen
Por tus pasos que vigilan
Por la forma en que te atacan
Por los hijos que te matan
Yo te nombro Libertad

Por las tierras invadidas,
Por los pueblos conquistados
Por la gente sometida
Por los hombres explotados
Por los muertos en la hoguera
Por el justo ajusticiado
Por el héroe asesinado
Por los fuegos apagados
Yo te nombro Libertad

Te nombro en nombre de todo
Por tu nombre verdadero
Te nombre cuando oscurece
cuando nadie me ve

Escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad
escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad

Tu nombre verdadero
Tu nombre y otros nombres
Que no nombro por temor...
Yo te nombro... Libertad...




lunes, noviembre 14, 2011

Nuestra casa...




...pues no son las paredes, ni el techo, ni el piso lo que
individualiza la casa sino esos seres que la viven con sus
conversaciones, con sus risas, con sus amores y odios; seres
que impregnan la casa de algo tan poco material
como es la sonrisa de un rostro...




Ernesto Sábato -
Sobre Héroes y Tumbas



lunes, noviembre 07, 2011

El Principito... XXII





-¡Buenos días! -dijo el principito.
-¡Buenos días! -respondió el guardagujas.
-¿Qué haces aquí? -le preguntó el principito.
-Formo con los viajeros paquetes de mil y despacho los trenes que los llevan, ya a la derecha, ya a la izquierda.


Y un tren rápido iluminado, rugiendo como el trueno, hizo temblar la caseta del guardagujas..


-Tienen mucha prisa -dijo el principito-. ¿Qué buscan?
-Ni siquiera el conductor de la locomotora lo sabe -dijo el guardagujas.


Un segundo rápido iluminado rugió en sentido inverso.


-¿Ya vuelve? -preguntó el principito.
-No son los mismos -contestó el guardagujas-. Es un cambio.
-¿No se sentían contentos donde estaban?
-Nunca se siente uno contento donde está -respondió el guardagujas.


Y rugió el trueno de un tercer rápido iluminado.


-¿Van persiguiendo a los primeros viajeros? -preguntó el principito.
-No persiguen absolutamente nada -le dijo el guardagujas-; duermen o bostezan allí dentro. Únicamente los niños aplastan su nariz contra los vidrios.
-Únicamente los niños saben lo que buscan -dijo el principito. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran...
-¡Qué suerte tienen! -dijo el guardagujas.

El Principito
Antoine de Saint-Exupéry